Chicas... ¿jugamos?

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 4 Mar 2013 - 13:46

Fantástica escribió:: Me suena a Rendición de Pamela Clare...

Bingo.

Te toca.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 4 Mar 2013 - 13:51

Busco y pongo!!! Chicas... ¿jugamos? - Página 16 253913

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 4 Mar 2013 - 21:57

Estoy de vuelta... uno muuy fácil..

—¿Se le ha ocurrido pensar que cabe la posibilidad de que la haya dejado embarazada? —lo escuchó preguntar.
Se alegró de estar sentada. Porque las rodillas se le aflojaron al instante ante la crudeza de la pregunta. Evidentemente, el duque no era dado a los eufemismos.
—Fui estéril durante los siete años de mi matrimonio —confesó sin tapujos al igual que había hecho él—. Creo que me las ingeniaré para seguir siéndolo una noche más.
Se produjo un largo silencio que habría roto de buena gana si se le hubiera ocurrido algo que decir. Pero aunque su mente discurría activamente, sus pensamientos no eran adecuados para compartirlos con él. En realidad, comenzaba a comprender lo mucho que se había engañado poco antes. Sus emociones habían desempeñado un papel importantísimo en los acontecimientos de esa noche, aunque no tuvieran nada que ver con el romanticismo ni con el amor. Sabía que le aguardaban unos días, tal vez unas semanas, espantosas. Porque para una mujer no era fácil entregar su cuerpo y su honra alegremente y alejarse después con la convicción de que todo había sido por el mero placer, de que no habría consecuencias serias.
Sin embargo, ya era demasiado tarde para comprender que cuando el duque le
dijo «Te deseo» debería haberle pedido diez minutos para considerar su respuesta.
—En ese caso —dijo finalmente—, ¿no hay nada que pueda decir para persuadirla de que cambie de opinión?
—Nada—respondió.
Y esa, al menos, era la pura verdad. No imaginaba peor destino que el de convertirse en la amante de ese hombre, sometida a su poder y a su arrogancia, a su capricho y a su mandato. Una empleada a sueldo que para él solo sería un cuerpo con el que satisfacerse cuando se le antojara. Y todo ello sin dejar de despreciarlo, de detestarlo en parte, asqueada por su frialdad, por su falta de humor y de humanidad. Y despreciándose a sí misma.
Wink

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 4 Mar 2013 - 21:59

Ligeramente peligroso de Mary Balogh Question

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 4 Mar 2013 - 22:26

Sí, Kadesh!!! A qué era fácil!!!
Te toca!!! Chicas... ¿jugamos? - Página 16 253913

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 4 Mar 2013 - 22:34

ooo llegué tarde Joo

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 2:35

Por que ponen los que conozco cuando no estoy? Llorar

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 4:57

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 11:30

Ahora me entro ganas de releerlo, este libro, Un diablo en invierno y los Hermanos son los que mas veces relei

Ellos solían ver a las mujeres con el mismo interés carnal, atenuado por una decidida tendencia a la distancia emocional. La conquista sexual era un juego y ambos eran jugadores experimentados.

X no entró en detalles. Estaba sometido a una creciente presión para casarse, tanto por parte de la sociedad como de su familia. Eso era lo previsto; él siempre supo que eso era lo previsto, pero admitir su reticencia a encontrar una esposa significaba reconocer algunas verdades que él mismo no estaba dispuesto a afrontar.

Todos los hombres cometían errores. El suyo en particular fue una catástrofe memorable, pero también era cierto que la catástrofe, causada por la juventud y la inexperiencia, solo se le podía atribuir a él, y que desde entonces la había compensado de todas las formas posibles. Eso por lo visto incluía alocadas apuestas de la naturaleza más extravagante.

—Por supuesto. Una mujer aventurera siempre es atractiva en la alcoba, ¿no te parece? —comentó X con estudiada indiferencia.

—Estoy de acuerdo en que si seguimos adelante con esto, nuestra reputación no se verá más perjudicada de lo que ya está, así que ¿por qué no?

La palabra «avergonzado» no existía en el vocabulario de X. Hacía mucho tiempo que se había dado cuenta de que las habladurías eran algo inevitable en la sociedad londinense, y que mantenerse por entero al margen del escándalo implicaba demasiado esfuerzo a cambio de pocas ganancias. No obstante, tanto Amigo como él estaban de acuerdo en que hubiera sido mejor no dejar constancia escrita de la prueba, ni apostar una suma tan importante al resultado. Ahora toda la gente bien estaba impaciente.

Obsequió a Amigo con una perezosa sonrisa.

—No hay ninguna posibilidad de que no mordamos el anzuelo, ¿verdad? Hasta ahora las ofertas de entrar en la apuesta, y en nuestras camas, han venido principalmente de damas de dudosa reputación que desean compartir nuestra notoriedad. Esta parece algo distinta. Ella desea el anonimato, por lo visto.

—No tengo nada que objetar a una mujer experimentada, pero estoy de acuerdo en que el anonimato que ella pide introduce un factor distinto. —Amigo dio un golpecito con un dedo en el pedazo de papel y estiró sus largas piernas. —Podría ser perfecta siempre que no sea poco agraciada, o alguna jovencita soltera a la caza de título y fortuna.

—Amén a eso.

La mera idea de involucrar en la apuesta a una muchachita ingenua era inadmisible. El desafío no había sido más que un mero pasatiempo divertido; solo que se les había ido un poco de las manos. Visto en perspectiva, la tercera botella de clarete de aquella noche no había sido una buena idea, pero Amigo, sobre todo, parecía decidido a beber hasta perder el sentido.

Lo que no era propio de él, ahora que X reflexionaba sobre ello. No sabría decir qué, pero tenía la impresión de que algo iba mal. Últimamente el habitual buen humor de Amigo parecía forzado. Su despreocupación y encanto naturales eran una de las razones de que las mujeres le encontraran tan atractivo, pero durante los últimos meses, cuando menos, había estado como apagado y distraído.

—Ya sabes que no tenemos por qué hacer esto —le recordó X a su camarada, observando su cara para evaluar su reacción. Los vapores del coñac le provocaban un ánimo apacible e introspectivo. —Fue una broma impulsiva entre dos amigos y no es ningún secreto que nosotros tenemos tendencia a ser un poco competitivos.

—¿Nos estamos echando atrás, X? —preguntó Amigo con sardónico reproche. Rubio, alto, con los ojos de color azul celeste y una belleza casi angelical, era la antítesis de la constitución morena de X. —¿Quién podría culparte, sabiendo que vas a perder?

Ahí estaba otra vez, una pulla inusual y vehemente.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 12:37

Lo leí hace tiempo Pensar

Cual era el título Question

No me acuerdo ni de la autora Cabezazo

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 14:48

Una apuesta indecente de Emma Wildes Question

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 16:26

Mayralejandra escribió:: Una apuesta indecente de Emma Wildes

Si

Ojala publicaran algo más de esta autora

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 18:46

-¿Este niño es mio?-cortó EL apretando más fuerte.
Los ojos de ELLA se entrecerraron, se quedó boquiabierta frete a una pregunta como esa y sus ojos se llenaron de lagrimas de furia.
-¿Tuyo?-repitió ella.
De pronto se dejó caer contra el sacudida por los sollozos. EL le soltó la muñeca intentando apartarla. Pero tenia todavía mas ganas de consolarla, de aliviar el dolor de su corazón. Ella le cogia de las solapas con la cara contra su pecho mientras repetia:
-¿Tuyo?
EL le puso las manos en los brazos y la apartó, sin ternura pero sin brutalidad. Entonces ella levantó la cabeza y el vió que ella ya no lloraba, al contrario, se estaba riendo. Seguia riendo cuando le dio una nueva bofeteda antes de huir corriendo hacia la casa.
EL la siguió con la vista y luego fue a encerrarse en su despacho. Se sirvió algo de beber, ahora ya tenia dos cosas claras: ELLA tenia una buena derecha y el niño era suyo.
Incluso si ella le habia mentido en las razones para casarse con el, su mirada no podia mentir. El niño era realmente de el.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 19:58

Ni idea.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 21:18

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 21:23

Yo sí lo he leído, segura al 100%, pero nada, el título me lo tendría que inventar loco

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 21:43

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 5 Mar 2013 - 23:24

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 6 Mar 2013 - 3:10

Tú eres mi amor de Judith MacNaugh Question

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 6 Mar 2013 - 6:12

Si es ese no lo he leído tampoco ¡Anda!

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 6 Mar 2013 - 14:09

Safira escribió:: Tú eres mi amor de Judith MacNaugh

o Whitney, mi amor, tú turno!

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 6 Mar 2013 - 19:59

Vas Safi!!! :perfecto:

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 7 Mar 2013 - 19:56

Qué bien!! Perdón por el retraso, que dejado de recibir notificaciones ¬_¬º

—Buenos días, señoras. —Vestido con unos pantalones cortos de gimnasia de hacía varios años y una camiseta descolorida, XY abrió el armario y sacó un botellín de agua para él y otro para XX, y luego se dirigió a la máquina donde había estado HERMANA.
—Gracias —dijo XX cuando él metió el botellín en el soporte.
—Tienes que hidratarte. ¿Cuánto ha corrido HERMANA?
—Cinco kilómetros. Yo correré seis.
XY subió a la otra máquina y la programó.
—Yo correré ocho, pero si a ti te basta con seis, no voy a echártelo en cara, y tampoco te tomaré por una blandengue.
—¿Ocho? —XX asintió—. Acepto la apuesta.
Eran competitivos, pensó HERMANA tumbándose en la colchoneta para hacer unos ejercicios abdominales. [...]
—¡Ya llevo un kilómetro y medio! —anunció XX.
—Has empezado antes que yo.
—Ese no es mi problema.
—Bien —dijo HERMANA viendo que XY aumentaba la marcha—. Ya no hay chico simpático que valga. —Sacudió la cabeza y empezó una nueva tanda de abdominales.
XY iba en cabeza al llegar al quinto kilómetro, y en ese momento entró AMIGA con andar cansino.
—Ahí está —dijo AMIGA con una mueca de disgusto al ver la máquina de musculación—. Mi enemigo. —Frunció el ceño al ver que HERMANA terminaba su sesión con unas posturas básicas de yoga a modo de estiramientos—. Ya estás, ¿verdad? Lo he adivinado por la cara de suficiencia que pones.
HERMANA juntó las manos en la posición de oración.
—Mi cara refleja la paz y el equilibrio de mi cuerpo y mi espíritu.
—Vete a hacer puñetas, HERMANA. Oye, no mires, pero aquí se ha colado un hombre.
—Están echando una carrera para ver quién llega antes a los ocho kilómetros.
—¡Qué locura! ¿Por qué? ¿Quién va a querer resoplar subido a esa máquina durante ocho kilómetros? [...] Hablando de gente monísima… - AMIGA bajó el tono de voz y con el mentón señaló hacia las bicicletas elípticas—. Míralos.
HERMANA asintió, se echó la toalla al cuello y bebió agua.
—Hace un rato estaba pensando lo mismo. —Consultó el reloj—. Mira, me da tiempo de escaparme y nadar un poco antes de empezar la jornada. [...]
—Seis kilómetros y medio. —XY agarró su botellín de agua y dio un trago muy largo—. Fíjate, vas detrás de mí.
—Me estoy reservando para el tramo final —dijo XX enjugándose el sudor de la cara. No podría atraparlo, pensó, pero le haría sudar la gota gorda.
Lo miró de reojo. El sudor le había marcado la camiseta con una V oscura que le atenazó el vientre de deseo. XX recurrió a esa sensación para emplearse más a fondo.
Tenía las sienes mojadas y se le destacaban unos rizos muy sexis. Le brillaban los brazos y se le marcaban los músculos.
Su piel debía de estar salada, pensó XX. Ese hombre podría resbalar en esos momentos bajo sus manos, y su energía, fuerza y resistencia podrían moverse encima de ella, debajo, envolviéndola, penetrándola…
Se le aceleró la respiración por algo que nada tenía que ver con el ejercicio, y entonces llegó a los seis kilómetros.
XY la contempló, y XX reconoció en sus ojos el mismo temblor bajo la piel, la necesidad acuciante, primigenia. Le latía el pulso al compás de la música, le bullía la piel con la aceleración de la máquina. Su corazón se desbocó.
XX esbozó una sonrisa y habló sin aliento.
—Te estoy atrapando.
—No te quedan fuerzas.
—Te equivocas.
—Estás molida.
—Tú también. Resistiré hasta el final, ¿y tú?
—Observa y verás.
AMIGA, desde el otro extremo del gimnasio, puso los ojos en blanco y, consciente de que ni siquiera las amigas íntimas pueden estar presentes en ciertos momentos, se escabulló de la sala.
Ninguno de los dos se dio cuenta de que se marchaba; ni siquiera recordaban que estuviera ahí.
XY aminoró la marcha y XX comprendió que la carrera había finalizado. Empezaba entonces una danza sexual, intensa y primitiva.
Terminarían juntos la sesión.
—Veamos cómo aguantas el tramo final —exigió XY.
—¿Quieres que te haga una demostración?
—Sí, eso quiero.
—A ver si me coges. —XX sacó fuerzas de flaqueza para seguir la marcha, hasta que sintió, asombrada, la excitación del placer más oscuro. Cuando XY volvió a atraparla, se le escapó un gemido.
XX cerró los ojos y se dejó llevar, embargada por una necesidad imperiosa y tórrida que casi resultaba dolorosa. Alcanzaron la meta juntos.
Con la respiración agitada, abrió los ojos y se quedó mirándolo. La quemazón de su garganta no la calmaría el agua. Al bajar de la bicicleta elíptica le fallaron las piernas.
—Creo que paso del yoga.
—Bien hecho —afirmó XY tirándole del sujetador de deporte y atrayéndola hacia sí.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 7 Mar 2013 - 23:04

Es de Nora Roberts, el último de la saga de las bodas Pienso

Pero no recuerdo el título de ninguno Jiji

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 8 Mar 2013 - 0:40

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