Dos años después de perder a su prometido en la guerra, Tess Blanchard se siente preparada para volver a enamorarse. Sin embargo, se ve envuelta en un escándalo que la obliga a casarse con Ian Sutherland, duque de Rotham. Para empeorar aún más las cosas, Tess descubre oscuros secretos del pasado de su marido que la impulsan a huir de Londres y a refugiarse en un remoto castillo que la familia de Ian tiene en Cornualles.

Ian, locamente enamorado de su mujer, va a buscarla e intenta demostrarle que sus sentimientos son profundos y sinceros. Ella sigue sin creerle, pero se deja arrastrar a ardientes noches de placer. ¿Se convertirá el deseo en amor eterno?

Sexto libro de la serie Las reglas del cortejo.

Esta historia es la última novela de la serie "Las reglas del cortejo", y su heroína ya resulta familiar por apariciones anteriores. Cada capítulo está precedido por un fragmento del diario de Tess, donde expresa sus sentimientos por Ian, cuya sensualidad la excita y la desconcierta por igual. Él es un hombre que le inspira pasión, pero al que cree perverso y oscuro, con una personalidad y un carácter muy diferentes a los de su antiguo prometido. Por eso no entiende los deseos desconocidos que despierta en su interior.

Esta última parte de la serie me ha parecido más bien flojita. Tiene un muy buen principio que prometía una novela interesante, pero una vez que los protagonistas se casan la historia empieza a desinflarse y decae. No consigue mantener esa química de la primera escena necesaria para crear tensión. Por otro lado, las continuas apariciones de la cortesana Fanny me han parecido cargantes, si ya no le tenia un cariño especial antes, aquí tiene demasiada presencia con su propio romance, que me ha resultado soso y pesado. Y hablando de relleno, la historia de los fantasmas acaba siendo bastante pobre, esperaba alguna sorpresa inesperada en esa trama, pero es algo predecible y decepcionante.

Ya se presentía que Tess tendría su historia, pero sólo por los detalles sobre su pasado, porque realmente no le veía madera de protagonista, me parecía más bien sosa. Hasta ahora aparecía como una mujer afligida por su gran amor perdido, pero resulta demasiado perfecta, buena y generosa como para ser un personaje creíble. Al final ha acabado cansándome con su preocupación por todo, pero también su tozudez en cuanto a su convicción de decir "sí" a la pasión y "no" a los sentimientos. Tess tiene que elegir entre la fidelidad hacia el que consideraba su gran amor, un joven caballeroso y amigable que no le inspiraba deseo; y su marido, que con sólo una mirada le inspira una pasión desaforada que jamás había imaginado.

Ian es el primo del antiguo prometido de Tess. Resulta bastante evidente desde el principio que él siente algo profundo por Tess con ese afán de protegerla sin que ella lo sepa, puesto que se habría ofendido y negado. Pero el haber intentado provocarla durante tanto tiempo para luchar contra sus sentimientos y mantenerse alejado de ella, ahora se le vuelve en contra, y se encuentra casado con una mujer a la que desea pero que le desprecia. Ese hombre apasionado es conocido como el Duque Diablo; en teoría es un hombre libertino, arrogante y jugador pero en realidad sus secretos no son tan oscuros como su reputación. Y el pobre hombre está totalmente enamorado de Tess pero su primo se le adelantó en su momento, e Ian no sabe lo que siente hasta tiempo después.

En cuanto a la historia de amor, me ha parecido que le faltaba algo. La química que destilan en la primera escena se va perdiendo, después de la boda no me ha dado la sensación de que fueran una pareja interesante, no acaban de conectar. Eso sí, el principio es muy bueno, entonces sí hay química y pasión, pero después todo se vuelve más repetitivo en un tira y afloja. Hay demasiada obstinación por parte de los dos y años de negar sus propias emociones, no pueden estar juntos sin discutir. También se interpone entre ellos la sombra de Richard, prometido de Tess y primo de Ian, un obstáculo en la felicidad de la pareja. Y sobre el tema de Jamie, creo que nadie sabe cómo afrontar el asunto y acaban actuando equivocadamente.

Los secundarios son un punto irritantes para mi gusto, aunque los protagonistas de los libros anteriores aparecen sólo brevemente no es que me entusiasmen especialmente, en concreto las hermanas Loring no me gustan. Y tienen un papel especial la cortesana Fanny y su enamorado, Basil, con su propia historia de amor que, la verdad, tiene demasiado protagonismo.

A favor hay que decir que, en conjunto, es una historia entretenida, pero sin más. Como puntos más débiles están las tramas secundarias del romance de Fanny y el misterio de los fantasmas. La verdad es que esta serie no me ha llegado a cuajar del todo, ni por los protagonistas, ni por las historias; creo que les ha faltado sustancia. Si no fuera el último libro, pensaría que Henessy tendría su propia historia. También parecía que Fanny podía cerrar la serie al ser el nexo de unión entre toda las novelas, pero ya tiene su historia en un plano secundario aquí.