El policía de Nueva York Alex Stanislaski estuvo a punto de arrestar a la sexy guionista de televisión Bess McNee por ejercer la prostitución, cuando en realidad estaba investigando para una serie. Entonces Bess decidió investigar el trabajo que hacía Alex, y a él empezó a resultarle cada vez más difícil mantenerla alejada de su trabajo y de su vida.


Cuarto libro de la saga, y como esperaba la historia de Alex me iba a gustar muchos más que las anteriores.

Alex es el poli sexi, peligroso y que sabe cómo debe actuar con los criminales. Bess es la guionista de un famoso culebrón televisivo que para poder escribir de la forma más realista posible intenta vivir cada situación por ella misma, y así es como conoce a Alex. Los personajes son muy parecidos entre sí pero a la vez bastante diferentes, desde la primera vez que se ven se atraen aunque a Alex le saque de quicio la forma de investigar de Bess arriesgándose de forma inútil, claro, según su punto de vista protector.

Esta pequeña confrontación hará que sus encuentros estén cargados de comentarios chispeantes por parte de Bess hacia el afán protector de Alex y la recriminación y desesperación de este por intentar que Bess se aleje de aquello, y todo envuelto en una burbuja de tensión sexual que Bess está dispuesta a alargar en el tiempo hasta que no puede aguantar más sin tener a Alex entre sus brazos.

Alex tarda relativamente poco en reconocer que sus sentimientos por Bess son más profundos que los que ha sentido por cualquier otra chica y así se lo demostrará a cada rato que pueda pero sin dejar que ella le hable de sus los suyos. Aquí se ve que aunque Alex puede parecer un tipo duro tiene miedo en esta relación, la “carrera” de Bess en asuntos amorosos y en compromisos frustrados le hacen temer que su amor no sea tan correspondido como a él le gustaría.

Por su lado Bess intenta luchar porque Alex entre en razón, pero como todas las mujeres sabemos, no hay cosa más cabezona que un hombre jaja, y por culpa de esto aparecerá la riña que les demostrará a los dos lo mucho que se necesitan.

Seguimos con la dinámica de los anteriores aunque este me ha llegado más que los anteriores al ver que es Alex el que teme no ser correspondido por Bess a pesar de que ella se lo dice. También me gustó mucho que él intenta protegerla de su mundo, de las cosas horribles que debe ver día a día en su trabajo como policía, pero no lo hace de forma posesiva y mandona, al principio un poco hasta que Bess le deja las cosas claras jaja, si no que cuando debe dejar que ella entre en ese mundo lo hace de forma cariñosa, ya sea porque él también necesite ese consuelo para olvidar o porque ella necesita un pilar a su lado para no pensar en los acontecimientos que vivirá a su lado y la “difícil” vida de la mujer de un policía.

Por esto la puntuación que le daré será de un 8,3, a pesan de seguir la línea de los anteriores se nota cierto cambio en los personajes y la historia.

¡Gracias por la crítica! Te la acabo de enlazar en el listado.