3 Estrellas. Al final le he subido más nota de la que esperaba porque he podido disfrutarlo, pero me ha costado mucho empatizar con esta historia y sus personajes. Me da algo de rabia, porque esperaba mucho de ellos, pero han sido realmente cansinos.

Por los libros anteriores sabemos que Lily, la hermana menor de James, siempre estuvo enamorada de Edward Wallis, conde de Whitby, el mejor amigo de su hermano. Por desgracia para ella, Whitby siempre la vio como una niña, o como una hermana. Whitby está acostumbrado a hacer su voluntad, a ir de mujer en mujer y correrse sus juergas, no tiene por qué cambiar su vida.

Así que ¿Qué ocurre aquí para que puedan tener su historia? James y Sofía celebran una cacería de otoño en su residencia del campo. Han invitado a varios familiares y amigos, y entre ellos su madre ha invitado a algunos pretendientes para que Lily pueda encontrar marido. Pero Lily no está interesada, si has leído el libro de James y Sofía, sabrás que Lily tuvo un desafortunado incidente con un hombre, y se recluyó para evitar las habladurías, pero han pasado unos años y Lily necesita un marido.

Whitby acaba de volver de la India, pero no está en su mejor momento, al revés, está hecho polvo y se le nota, una misteriosa y muy peligrosa enfermedad le hará replantearse lo que ha hecho en su vida, y lo que puede dejar tras de sí; una hacienda arruinada, una hermanastra desamparada, y lo peor, que su título recaiga sobre su peor enemigo, su primo Magnus, de quien se dice mató al hermano de Whitby.

Ante semejante situación, a la que probablemente Whitby no sobreviva debido a su peligrosa enfermedad, Lily le hará una oferta que no podrá rechazar, su mano y darle un hijo y heredero, para que el título no lo herede Magnus. De haber estado en sus cabales, probablemente Whitby no hubiera aceptado, pero se le agota el tiempo, y desde que volvió, Whitby está empezando a ver a Lily como una mujer.

No puedo contar mucho más, porque no puedo destripar la novela, ni lo que pasará con Whitby y su enfermedad, a pesar de que estamos ante una novela romántica y sabemos que muy mal esto no puede acabar.

La historia prometía mucho, pero a medida que pasaba los capítulos, me daba cuenta de lo irracionales que eran los personajes. En Lily no he visto más que a una cría mema, caprichosa y egoísta, que sólo ha pensado en sí misma y que iría al infierno con tal de tener a Whitby para ella. Whitby ha sido quien más ha querido cambiar debido a la situación que tiene, y si podría hacer las cosas bien, si tuviera una segunda oportunidad; pero la respuesta de Whitby a Lily le llegó más porque pensaba con su minga que con la cabeza... quizás comprensible, siendo como está enfermo de muerte.

A pesar de los pesares, ¿esto ha acabado bien? Sí, pero me ha parecido que había demasiado melodrama, o drama gratuito. La historia ha funcionado, pero no ha sido lo que esperaba. Creo que con el libro de Annabelle y Magnus no esperaré gran cosa, sobre todo porque él es el malo de la historia, así que ya veremos más adelante cómo acaba eso.

4 Estrellas. No esperaba mucho de éste libro porque era el que peores críticas tenía, además el protagonista era Magnus Wallis, el primo malvado de Whitby, que se aprovechó de Annabelle y le rompió el corazón. Solo con este poco ya iba algo predispuesta, y me alegro muchísimo de haberme equivocado, pues éste libro me ha gustado mucho, mucho.

Como digo, solo sabemos lo ocurrido por el libro anterior, el de Whitby y Lily, que si soy sincera, no me gustó mucho, pero fue por los personajes, no me llegó ninguno de ellos. Annabelle es la hermana adoptiva del conde de Whitby, éste siempre la ha tratado como a su propia hermana y la ha querido y protegido como tal; pero cuando Annabelle tenía veintiún años conoció en el tren a John Edwards, un hombre atractivo del que se enamoró. Transcurridos los meses la verdad fue desvelada, John Edwards resultó ser Magnus Wallis, el primo y enemigo declarado de su hermano, y su relación fue un engaño para vengarse de éste, por lo que Annabelle quedó destrozada y no volvió a confiar en ningún hombre.

Cuando empieza “Retrato de un amante” han transcurrido trece años y Annabelle es toda una mujer. Ocho años atrás, cuando pasa el libro “Los amores de Lily”, Whitby expulsó a su primo Magnus con una asignación anual con tal de que no volviera a Inglaterra, y éste se fue a América. Pero han pasado los años y Magnus ha acabado convirtiéndose en otro tipo de hombre, ya no es ése ser amargado por el rechazo y los desplantes de la que debía ser su familia. Ahora Magnus es un hombre de éxito y no necesita la asignación de Whitby, por lo que vuelve a Inglaterra con la excusa de abrir una galería de arte, cuando lo que en realidad quiere es reconquistar a Annabelle.

El primer tercio del libro son unos pocos capítulos donde la autora nos recrea el romance de juventud de Annabelle y Magnus; cuando se conocieron en el tren, y cuando él venía a escondidas a verla, y ella pintaba un cuadro de él pescando. Esos meses de verano fueron los más felices de su vida, donde Annabelle podía ser realmente ella y no fingir que pertenecía a la nobleza, a la que no pertenece por derecho de nacimiento. Desde el principio, John Edwards le dijo a Annabelle que lo suyo no podía ser por las trabas sociales, al ser él un “humilde banquero” y ella la hermana de un conde. La verdad es que Magnus Wallis acabó perdidamente enamorado de Annabelle, pero sabía que lo suyo no podía ser, era el enemigo de la familia y Whitby jamás consentiría en semejante unión, así que tras una fuerte discusión, Magnus rompió con Annabelle, le confesó quién era realmente y la echó en cara que todo había sido un engaño para vengarse de su hermano.

Ahora Magnus Wallis ha vuelto y ha escrito a Annabelle para decirla que quiere exponer sus cuadros en su galería de arte. Annabelle no sabe si fiarse, han pasado muchos años y querría odiar a Magnus y a todos los hombres por ser unos mentirosos. Pero en su fuero interno le encantaría que su obra fuese expuesta, así que decide ir a Londres y encontrarse con Magnus. El dolor y el resentimiento vuelven, pero con ello, empieza a renacer el mismo amor del que ambos disfrutaron siendo más jóvenes. Annabelle querría odiarle, pero Magnus está decidido a hacer lo correcto y ésta vez ha venido imparable para reconquistar a Annabelle y hará lo imposible porque le perdone y le de una oportunidad de nuevo, más allá de las trabas que puedan existir con su familia.

En los años transcurridos, ambos han cambiado, han madurado, quieren cosas distintas de la vida, pero lo que no ha cambiado es el amor que se profesaban. Según como se vea, la suya es una historia de amor imposible, pero Magnus está dispuesto a limar asperezas con tal de que Annabelle vuelva a él. A su vez, a Annabelle le cuesta mucho volver a confiar ¿Cómo sabe que no es de nuevo un engaño o que su amor es fingido? Lo cierto es que he empatizado mucho con la situación de ambos, y aunque al inicio del libro querrías odiar a Magnus, poco a poco descubres que no es ése ser odioso que Julianne MacLean nos presentó en el anterior libro.

Lo repito, he disfrutado muchísimo de ésta novela y junto con la primera de la serie, es la que más me ha gustado. Agradezco mucho esos libros de los que no esperas gran cosa y luego te llevas una sorpresa, en éste caso me ha ocurrido. No tardaré en leer el sexto y último de ésta serie y me encantaría que fuese tan bueno como éste o el primero.

4 Estrellitas. Efectivamente, éste libro ha sido un buen broche para cerrar la serie de las Herederas Americanas. Esta serie es lo único que he leído de Julianne MacLean, y en general me ha dejado muy satisfecha.

"Rendida a un canalla" es la historia de lord Martin, el hermano pequeño de James, a quien conocimos en el primer libro "Noble de corazón" cuando solo era un muchacho recién expulsado de Eton, y gracias al primer capítulo, sabemos por qué fue expulsado de Eton.

Su protagonista femenina es Evelyn Wheaton, una viuda joven y acaudalada, y por ello un plato apetecible entre la alta sociedad.

El libro transcurre en verano en la isla de Wight en Inglaterra, cuando se celebrara la regata anual. Martin es el patrón de un barco y lleva dos años seguidos ganando la regata. Este año se le presenta un gran reto, primero, porque su rival lord Breckinridge tiene un barco más veloz que el suyo, y por otro lado, la protagonista, Evelyn.

Realmente Evelyn y Martin se conocían prácticamente desde toda la vida. Él la salvó de morir ahogada cuando no era más que un muchacho, y en su tiempo en Eton tuvieron algún encuentro. En secreto, Evelyn siempre se sintió atraída por Martin, pero él ¿Cómo podría fijarse en ella cuando era un patito feo?

Han pasado diez años desde que se vieron siendo jóvenes. Ahora, Martin sólo está interesado en ganar la regata, y Evelyn ha pasado su año correspondiente de luto por su padre y su esposo, y siendo un rica heredera, ha acudido a Cowes dispuesta a encontrar un marido. Evelyn es demasiado avispada como para saber qué espera en un matrimonio, el primero no fue una maravilla, pero es práctica, quiere hijos y su inmensa fortuna la convierte en una pieza apetecible.

Cuando Martin ve a Evelyn, vuelven los antiguos recuerdos, pese a que él recuerda que Evelyn siempre fue fría e indiferente con él. Será entre los bailes de la alta sociedad de Cowes donde Evelyn y Martin conecten de nuevo y den paso a una oportunidad para el romance.

Desde el principio, Evelyn sabe lo que quiere, pero Martin no desea casarse, así que ¿Cómo podrán solucionar lo suyo? Si Martin no se da prisa, lord Breckinridge puede ganar no sólo la regata, si no también la mano de Evelyn.

En realidad el libro no parece gran cosa, pero me ha despertado muchos sentimientos, y todos muy favorables. Una bonita historia que se lee rápido. Unos protagonistas conmovedores, sobre todo he disfrutado con Evelyn; y además al ser adultos es más fácil congeniar con ellos, distinto habría sido si Martin hubiese conocido a una debutante.

Como no podía ser de otra manera, me ha encantado saber de nuevo de Sophia y James. Los personajes secundarios de ésta novela también han sido muy buenos, pero sobre todo lo que me ha gustado es que el libro se desarrolle en la costa y en ambiente veraniego y lejos de los salones londinenses.

Por tanto he disfrutado mucho de éste libro y por consiguiente de la serie en general, pese a haber tenido algunos altibajos, pero ha sido una saga entretenida.