3 Estrellitas. Ha sido un buen libro para pasar el rato, no demasiado memorable, pero en conjunto me ha parecido un buen comienzo en la obra de la autora. Al ser un harlequin puede que esperes una historia sencilla, y en el fondo lo es, pero me ha parecido más sencilla en su inicio, que en el final.

El libro empieza cuando Grace, una joven hija de un barón empobrecido se queda sin nada a la muerte de éste, y en la calle. Su orgullo le impide vivir de la caridad de sus conocidos, así que solicita un puesto de ayudante en la panadería del pueblo. Así es como Grace cae en el escalafón social, pero no lo suficiente como para que el anciano marqués de la población la tenga en alta estima. A la muerte del marqués, éste le deja a Grace un extraño testamento, la casa de los guardeses de la finca y treinta libras al año a cambio de que saque de la cárcel, bajo libertad supervisada, a su hijo bastardo, un capitán de barco americano. Pero cuando llega Grace el capitán está agonizando y le ruega que saque a uno de sus hombres por él.

El hombre elegido es Rob Inman, un joven y atractivo marinero, pero que para Grace es más una carga que otra cosa. Entre sus tareas está velar por su salud, cuidarle y mantenerle en su casa bajo vigilancia, porque Inglaterra está en guerra con Estados Unidos, y éste no podrá volver a su hogar hasta que termine la guerra. Aún así, Grace cumple con el cometido que el difunto marqués le legó. Lo que no contaban nuestros dos protagonistas es que terminarían enamorándose, y que deberían ser pacientes por un final de guerra y una libertad que no llega, y además deben luchar contra el nuevo marqués, al que no le hace ninguna gracia tener a Grace y un prisionero americano en su propiedad.

La historia de amor es sencilla, bonita y romántica, no tenemos un instalove. El tiempo, las semanas y los meses transcurre en el libro con buen ritmo, y poco a poco Grace y Rob comienzan su historia. Aunque me ha gustado como empieza el libro, en el final me he sentido más perdida. Las últimas cincuenta páginas me han dado la sensación de que la escritora ha querido complicar la trama, y se desvelan ciertas cosas que a mi parecer no hacían falta o no venían muy a cuento, además que me ha parecido rápido y precipitado y me ha dejado con la sensación de que a éste libro le hace falta un buen epílogo.

No es mala novela, al revés, creo que la escritora ha sabido sacarle jugo, pero otros detalles mejor aprovechados le habrían dado mayor atractivo. No descarto leer otras novelas de Carla Kelly en el futuro.