Sinopsis

Un hombre desesperado. Una mujer decidida. Dos semanas para enamorarse...

Sólo tiene dos semanas. Dos semanas para enseñarle a Adam a enamorarse… de su propia vida.

Adam Basil y Christine Rose se conocen una noche, ya tarde, cuando Christine está cruzando el puente de Ha’penny, en Dublín. Lo ve allí, suspendido en el aire, amenazando con arrojarse al río. Está desesperado, pero Christine llega a un alocado acuerdo con él: le apuesta a que antes de que Adam cumpla los treinta y cinco años –para lo cual falta poco– le habrá demostrado que la vida merece la pena.

Pese a su determinación, Christine sabe lo peligrosa que es la promesa que ha hecho. Ambos se embarcan contra el reloj en locas aventuras, y Adam parece estar enamorándose de nuevo de su vida. Ahora bien, ¿ha conseguido Christine que cambie de actitud para siempre? Y ¿es eso lo único que está empezando a ocurrir?

Valoración:

Con ese título y esa portada tan romántica, y sin leer la sinopsis empecé a leer el libro y me sorprendió ya que los primeros capítulos parece que nada tenían que ver con una novela romántica, más bien algo sentimental, pero sobre todo narra una serie de sucesos a los que se enfrenta la protagonista, improbables y difíciles de ocurrir a una misma persona, pero que la hacen enfrentarse a sus propios problemas, y como si de una forma de liberación personal se tratara, cuando le salva la vida a Adam se propone que tiene que conseguir que no vuelva a intentar suicidarse.

En su intento por ayudarle llegan al acuerdo de no separarse ni un minuto en las siguientes dos semanas, y durante ese periodo Christine se propone hacer cambiar de idea a Adam y demostrarle lo bueno de la vida, y que ésta merece la pena vivirla.

Así Christine se convierte en una especie de terapeuta para Adam, y poco a poco vamos conociendo a estos dos personajes, descubriendo cómo son sus vidas y los problemas que tienen.

Me ha gustado mucho cómo la autora va enfocando la historia de manera que poco a poco va transmitiendo los sentimientos de los personajes, aunque de Adam sólo conocemos lo que se percibe a través de Christine, ya que ella es quien toma mayor importancia como protagonista de la novela.  Se va descubriendo que no sólo es Adam quien necesita ayuda y es Christine quien también se ayuda a sí misma a través de su manera de actuar ayudando a la gente.

Adam es una persona sensible y frágil, que al principio no ve salida a su vida, pero conforme se va conociendo más de él se ve que para alguien ajeno en realidad es un hombre que tiene muchas cosas que ha ido dejando perder, pero gracias a Christine va cambiando, consiguiendo más seguridad en sí mismo y sacar a la persona divertida e ingeniosa que fue en otro tiempo.

La novela tarda en llegar a la parte romántica, más que nada porque no es hasta el final cuando se va descubriendo lo que quieren y cómo son los personajes y esos secretos que, aunque se intuyen en la novela, permanecen ocultos hasta el final.

Es una novela en la que los propios protagonistas van descubriéndose a sí mismos, lo que realmente quieren y cómo, ante los problemas, al final la mejor solución para afrontarlos resulta ser el haber conocido al otro. Ambos acaban complementándose y ayudándose, al enamorarse ellos mismos curan sus heridas, y encuentran ese algo especial que les haga seguir amando la vida y apreciando los pequeños momentos. Y lo que parecía al principio que iba a ser imposible acaba resultando ser una lectura muy romántica.

Aunque el romance tarda en manifestarse de una manera explícita se va transmitiendo al lector en los pequeños detalles en toda la novela.

Una historia ideal para que sirva de argumento para una bonita película romántica, de sobremesa, que va enamorando al lector conforme avanza y que deja con muy buenas sensaciones a pesar de que tiene momentos duros y difíciles, pero que sirven de ayuda a los protagonistas para apreciar lo realmente importante y bueno de la vida.

Con un mensaje de esperanza. Una novela romántica, sí y mucho, pero también distinta y original que recomiendo.