Mau, tienes una buena racha ultimamente, ¿eh?

Hoy estoy con buena racha...jajaja...sigo:



-Me alegro, señorita -respondió--. Debo admitir que me siento un poco más cómodo conversando con usted aquí, lejos de los otros. Ellos...

Se interrumpió con brusquedad, dejándole a XX la sensación de que habría preferido no decir nada.

-¿Ellos qué?

-Nada, señorita.

-Sí, hay algo más. ¿Ellos qué?

-Por favor, señorita

Ella volvió a tocarle el brazo, esta vez con insistencia.

-XY, sea sincero conmigo. ¿Ellos qué?

XY suspiró al comprender que no tenía modo de eludir la pregunta.

-A veces interpretan mal las intenciones de usted.

-¿Qué dicen de mis intenciones?

-Nada específico.

Se ruborizó y apartó la vista, al tiempo que se quitaba del hombro el trapo sucio.

-No es sincero conmigo.

Cuando los ojos se encontraron otra vez, la mirada de XY tenía la pasividad bien entrenada del personal doméstico.

-Si me disculpa, señorita XX, su padre me dio un límite de tiempo y tengo que volver a trabajar.

Hacía mucho tiempo que XX no se enfadaba tanto, tan rápido:

-¡Oh, es igual que él! -Incrustó los puños en las caderas-. ¡A veces, los hombres me enfurecen! Puedo hacerlo hablar, ¿sabe? ¡Prácticamente, usted es mi empleado!

XY quedó tan abrumado por ese arrogante y súbito arranque que quedó atónito, mudo. Por un instante, apareció la estupefacción en su semblante, seguida de inmediato por la desilusión y un rápido retomo a la realidad.

-Sí, lo sé.

Se dio la vuelta antes de que XX viese los manchones de color que subían a sus mejillas. Se puso de cuclillas para volver a tomar el trapo del balde, lo retorció y, sin añadir otra palabra, trepó al barril y reanudó la limpieza de la ventana.

Tras él, la cólera de Lorna se derrumbó con la misma velocidad que surgió. Se sintió mortificada por la desconsiderada explosión, y dio un paso hacia Jens, alzando la vista.

-Oh, XY, no quise decir eso.

-Está bien, señorita.

Sintió que le ascendía calor por el cuello; qué ridículo debió parecerle el perder de vista su propia condición y permitir que se manifestara su atracción por ella.

La joven avanzó otro paso.

-No, no está bien. Es que... es que me salió sin pensar, eso es todo... por favor. -Se estiró como para tocarle la pierna, pero retiro la mano-. Por favor, perdóneme.

-No hay nada que perdonar. Usted tenía razón, señorita.

Ni la miró, ni dejó de limpiar el cristal de la ventana. Mientras secaba, el trapo chirrió contra el cristal, a la vez que lo ocultaba de la muchacha.

-XY.

No hizo caso del ruego que vibraba en su voz y siguió su tarea, obstinado.

XX esperó, pero la intención de XY era evidente, el dolor era evidente, y la barrera entre ellos era tan palpable como las paredes del cobertizo. Se sintió como una tonta arrebatada, pero no supo cómo aliviar la herida que ella misma había causado.

-Bien -dijo en voz queda, llena de remordimiento-. Lo dejaré en paz. Lo siento, XY.

No tuvo necesidad de dame la vuelta para saber que se había ido. Al parecer, el cuerpo de XY había desarrollado sensores que se erguían cada vez que Lorna entraba en su radio de acción. En el silencio que había sobrevenido después de irse, la sensación se marchito, perdió fuerza, y Jens quedó de pie sobre el barril de madera, con las palmas de las manos apoyadas con fuerza contra el borde inferior de la ventana, y el trapo colgando inmóvil de una de ellas. Giró la cabeza, miró fuera, sobre su hombro izquierdo, al polvo encendido por el sol por donde ella había barrido un surco con sus enaguas. La mirada regresó a la escena fuera de la ventana, que era un conjunto boscoso de ramas, hojas, moho y espesura. Exhaló un gran suspiro, bajó lentamente del barril y se quedó ahí, inmóvil. Herido. "En última instancia", pensó, "es tan aristocrática como sus padres, y a mí no me conviene olvidarlo. Tal vez OTRA tenía razón y XX era una chica rica aburrida, que jugueteaba con el criado sólo para divertirse

Otoño en el corazón de Lavyrle Spencer...

Claro, Pricesa...otra historia super bella!!

Ok..sigo..

Se acercó un sirviente.
—Señorita ENAMORADA, me dijeron que le entregara esto. El mensajero dijo que era urgente —le extendió una misiva lacrada que yacía en una bandeja brillantemente lustrada.
—¿Para mí? ¿No será para OTRO? —le preguntó preocupada.
Lo primero que le cruzó la mente fue LASOBRINA. La pobre niña había estado tosiendo toda la tarde, y fue por eso por lo que CUÑADA se había quedado en casa. ENAMORADA rogó porque la niña no se hubiese contagiado nada jugando con el agua del estanque de ATORMENTADO.
—No, madame. El mensajero me aclaró específicamente que estaba dirigida a usted.
—Gracias.
Cogió la misiva y le echó un rápido vistazo. La dominó una poderosa excitación. Tenía un león lacrado. Sin reparar en las miradas preocupadas de sus amigas, rompió el sello. Reconoció la letra de ATORMENTADO de inmediato. La nota decía: «Ha pasado bastante tiempo desde que baile, pero si tú propuesta sigue en pie, te espero en el extremo alejado del jardín. ATORMENTADO.». Su pulso se aceleró desenfrenado, le temblaban las manos, y tuvo que morderse salvajemente el labio para ocultar la sonrisa. No solamente ya había firmado con la inicial de su nombre de pila, sino que además quería verla. Ahora.
—¿Sucede algo malo? —la voz de AMIGA denotó preocupación—. Pareces agitada.

Una vez un libertino??

Mica escribió:

Una vez un libertino??

Si Mica!! Pero no olvides que siempre hay que poner el nombre del libro y la autora ( Rona Sharon).
Te toca...

Ok, eso no la sabia... lo siento y gracias pricesa
Aquí va la mia, espero hacerlo bien... sino me avisan (azul es homnre, rosa mujer... se puede hacer asi?)

Protagonista debió de sentir el pequeño estremecimiento que la traspasó porque empezó a colocarla al amparo de su hombro. Sus ojos brillaron intensamente amenazantes y Protagonista se dio cuenta de que había un lado de Protagonista que no conocía.
-No bromeo sobre la disculpa, Colega 1. Mejor escucho una disculpa de los dos o Primo llama al sheriff y presento cargos por allanamiento de morada.
Colega 1 lo fulminó con la mirada dos mesas de trabajo más abajo.
-Lo siento.... ¿cómo te llamas?
-Su nombre es Doctora. Protagonista.
Había tal acero en la voz de Protagonista que hizo que Protagonista se sobresaltarse otra vez.
-Lo siento, Doctora Protagonista -dijo Colega 1. -No tenía intención de asustarla. Soy Colega 1 y trabajo con Protagonista en BioLab. Éste es mi colega, Colega 2. Soy bioquímico y Colega 2 está en el departamento comercial.
-Secundo la disculpa sinceramente, -dijo Colega 2. -Traté de llamarla, pero ya estaba fuera de la puerta antes de que pudiésemos rodear los coches.
Antes de que Protagonista pudiera responder, Primo interrumpió.
-Ha estado llamando día y noche, Colega 1. ¿Qué diablos es tan importante que tenía que forzar la entrada en nuestra casa?
-Usted debe ser Primo, el primo de Protagonista. -Colega 1 andaba de acá para allá por el laboratorio inquietamente, inclinándose una vez para poner un ojo en el microscopio. -Tienes un gran equipo aquí, Protagonista.

Ni idea, solo por lo de los laboratorios: La Fórmula Deseada de Menchu Garcerán??

puff, no se...

Qué lees Drew??

puff por lo que se ve poco... no hombre, lo que pasa que leo mas historica

pero no lo he leido, porque no me suena de nada

Mica pon otro pedazo!!!

Qué lees Mica? jajaja...no tengo ni idea...un poco más!!

A mi tampoco me suena...