Decidida y leal, Judith Hampton había prometido a su íntima amiga escocesa estar a su lado cuando diera a luz. Pero había otra razón para realizar ese viaje desde su yermo hogar en Inglaterra a las Highlands de Escocia; encontrar al padre que nunca había conocido. Pero no estaba preparada para el encuentro con ese bárbaro escocés que la escoltaría: Iain Maitlan, jefe de su clan y el hombre más poderosamente atractivo que hubiera conocido nunca...

A la edad de 4 años, la casa de Gillian es sitiada y su padre debe alejar a sus hijas para salvarlas del peligro. Además, le entrega a Christen el tesoro de Arianna: una caja de joyas donde se encuentra un mechón de pelo de la amada del rey Juan y por la cual han entrado en su casa.
Pero en la huida son atacados y las hermanas separadas. Gillian es apresada y llevada a casa de un tío suyo. Allí crece hasta que vuelve a ser llamada cuando surgen los rumores sobre el posible paradero de Christen. Un traidor de un clan de las Highlands pretende que le ayuden a matar a laird Ramsey Sinclair y su hermano a cambio de la información sobre Christen.
Así, deciden secuestrar al hermano de Ramsey diciendo que se ha caído por la cascada pero en su lugar secuestran a Alec, hijo de Ian Maitland. Gillian le ayuda a escapar y se asegura de llevarlo a casa. Para ello, contacta con Brodick Buchannan, el tutor de Alec y le atrae con el engaño de ser su prometida para que su curiosidad la lleve hasta ellos. Y cuando Brodick llega y descubre las hazañas de Gillian para salvar a Alec decide que ese engaño sea un hecho. Además, sus hombres se encariñan con ella y hacen todo lo posible para que
su laird se quede con ella.
Tras la marcha hacia las tierras Maitland, Gillian le cuenta todo lo que sabe sobre la caja de Arianna y las razones por las que se inmiscuyó al niño, revelándole además, que conoce el aspecto de uno de los traidores. Cuando llegan a las tierras Maitland, Ian sólo busca venganza y Gillian se opone a darle los nombres de los ingleses que secuestraron a su hijo para evitar que acudan a Inglaterra y pongan en peligro a su tío cautivo por Alford.
En sus planes está el ir a las tierras Sinclair que lindan con las de MacPherson, el clan que oculta a su hermana. Pero Brodick tiene unos planes muy interesantes para realizar por el camino.

LA BELLA
La aristócrata empobrecida Isabella Vernaducci provocaría a la mismísima muerte para rescatar a su hermano encarcelado. Aunque el miedo oprimiera su corazón, desafiaría la embrujada y maldita guarida del león: el amenazante palazzo del legendario y letal Nicolai DeMarco.
LA BESTIA
Los rumores decían que el poderoso Nicolai podía dominar los cielos, que la bestia de abajo cumplía su orden. . . y que fue condenado a destruir a la mujer que tomó como esposa. Se murmuraba que no era totalmente humano… tan indomable como su melena morena y sus afilados ojos ambarinos.
EL TRATO
Pero Isabella encontró a un hombre cuyo gruñido era aterciopelado, que ronroneaba cálidamente y cuyos ojos guardaban un oscuro y arrollador deseo. Y cuando Nicolai le ordenó que a cambio de su ayuda fuera su novia, ella entró de buena gana en sus musculosos brazos, rezando para que pudiera salvar el alma torturada de él…. sin sacrificar su propia vida…

LA BESTIA
Extrañas y retorcidas esculturas y horrorosas gárgolas adornaban el palazzo de la gran familia Scarletti. Pero un secreto todavía más espantoso acechaba dentro de sus torreones sacudidos por la tormenta. Cada novia que entraba en sus peligrosas paredes estaba condenada a salir en un ataúd.
LA NOVIA
Nicoletta no tenía terror de las antiguas maldiciones y tampoco miedo al matrimonio… hasta que miró los fascinantes ojos de Giovanni Scarletti. Había jurado que ningún hombre la dominaría y había pensado que su don de curación la hacía diferente. Pero él tenía el derecho de escoger a una novia de entre su gente… y la había elegido a ella.
EL TRATO
Obligada por el deber y atraída por el deseo, se puso bajo su protección , y rezó para que este poderoso y atormentado hombre fuera el destino de su corazón y no la desaparición de su alma.