Sadie Moon estaba locamente enamorada de su marido, Jack Friday, cuando éste la abandonó para ir en busca de fortuna. Sola y con el corazón destrozado, intenta reponerse del desengaño, hasta que sus caminos se cruzan en el lugar más inesperado: el club Saint Row, el local más exquisito de Londres, donde se dan cita todos los placeres imaginables.

Jack Friday es un triunfador, tiene dinero y siempre consigue todo lo que quiere... excepto a Sadie. Juró que jamás volvería a confiar en la mujer que lo abandonó después de prometerle que lo esperaría siempre. Pero el amor, igual que el pasado, siempre vuelve, y los arrastrará hacia una red de intrigas y traiciones capaz de salvarlos o destruirlos.

Segundo libro de la serie Club Saint Row.

Lo primero que me llamó la atención de este libro fue la portada, me parece preciosa y evocadora. Y, por otra parte, tengo debilidad por las historias de reencuentros y segundas oportunidades, no lo puedo evitar, me encantan.

Otro detalle que me ha gustado es la ambientación, no se presenta exactamente el típico ambiente de las novelas de Regencia con los bailes de sociedad llenos de aristócratas sino el del club Saint Row, un lugar donde se mezclan nobles y artistas buscando hacer negocios y encontrando un poco de diversión en números de magia y métodos de adivinación. Y durante una noche en el Saint Row todo puede pasar, como que dos personas vuelvan a encontrarse después de diez años sin verse.

Sadie Moon es una conocida adivina del club Saint Row y es frecuentada por las damas de la alta sociedad, que acuden a ella para que les lea el futuro a través de las hojas de té. Su sueño es montar su propio salón de té donde poder seguir ejerciendo la profesión. Sin embargo, todo el mundo tiene un pasado y el de Sadie está lleno de dolor, para ella todo cambió el día en que su marido se marchó para buscar fortuna y la dejó sola, pero eso no fue más que el principio. Sadie siguió su propio camino luchando por hacerse un nombre en una profesión que su marido detestaba y forjándose un futuro sin él.

Jack ahora es un rico hombre de negocios, ha conseguido una fortuna viajando con la ayuda de su socio y amigo Trystan Kane, pero todo eso lo consiguió a costa de perder a la única mujer que le importaba, se marchó para hacer fortuna y darle a su Sadiemoon la vida que ella merecía pero cuando volvió ella se había marchado y él nunca supo por qué.

Sadie y Jack se encuentran inesperadamente en el club Saint Row como Ilsa Lazlo encontró a Rick Blaine en el Rick's Café de "Casablanca", y nada más verse es obvio que están dolorosamente resentidos pero igual de enamorados, lo han intentado pero nunca se han podido olvidar. Se casaron muy jóvenes y muy enamorados sin importar la clase social, ni las consecuencias mientras estuviesen juntos. Pero un complot para separarlos unido al orgullo de Jack por demostrar que podía valerse por si mismo los alejaron hasta no poder distinguir quién había abandonado antes a quién. Pero la vida es como una máquina del tiempo: el pasado son los recuerdos y el futuro son los sueños; ellos tenían un pasado común pero no será fácil poder compartir un futuro juntos, tendrán que enfrentarse de nuevo al dolor de días pasados y a las adversidades. Que retomen su relación es inevitable, aunque su boda se celebró por un rito pagano ambos se siguen considerando un matrimonio, personas que se pertenecen el uno al otro pese al tiempo que ha pasado.

Su relación es muy apasionada, con la confianza de dos amantes que se conocen muy bien, y tampoco pueden evitar los celos, la mejor muestra es la escena de la subasta.

Hay muchos secundarios que le dan dinamismo a la historia, todos relacionados con el club Saint Row, pero los que más me han gustado son la dueña del club y fiel amiga de Sadie, Vienne, y Trystan, el amigo y socio de Jack, es obvio que los dos tuvieron una aventura tormentosa y espero que tengan su propio libro.

Esta novela está centrada sobre todo en los protagonistas, en una relación que les marcó en el pasado y que les ha atormentado durante años. La historia de amor me ha gustado mucho, es nostálgica, en algunos momentos injusta y con su punto de tristeza, en algunas escenas se me saltaban las lágrimas. Pero también es preciosa y no es de las que se olvidan al día siguiente, una historia de palabras no dichas y sentimientos no expresados. Sí, dos buenos protagonistas y una bonita historia de amor. Tierna, triste, apasionada. Amor verdadero.