Chicas... ¿jugamos?

Fantástica escribió:: Ahora sí que sí... "El Highlander Enamorado" de Julia London?... pura investigación...

Cómo se me ha podido pasar!!!! Ya sabía yo q me sonaba...... Chicas... ¿jugamos? - Página 40 520728

X cierto Fantástica, te recomiendo el libro, aunq luego no lo adivines como yo, xo a mi me gustó mucho

pipa7581 escribió:

Fantástica escribió:: Ahora sí que sí... "El Highlander Enamorado" de Julia London?... pura investigación...

Cómo se me ha podido pasar!!!! Ya sabía yo q me sonaba...... Chicas... ¿jugamos? - Página 40 520728

X cierto Fantástica, te recomiendo el libro, aunq luego no lo adivines como yo, xo a mi me gustó mucho

¡A mí también!

Spoiler:

Este de Fantástica, no lo he leido...¡voy a buscar!

Apuntado queda entonces el de julia London Chicas... ¿jugamos? - Página 40 41767

Fantástica...

¿Es "Heaven, Texas"? ¿de Susan Elizabeth Phillips? Chicas... ¿jugamos? - Página 40 682317

Ness escribió:: Fantástica...

¿Es "Heaven, Texas"? ¿de Susan Elizabeth Phillips?

Sí, era muy fácil...Bobby Tom Denton es inolvidable... Chicas... ¿jugamos? - Página 40 682390

Te toca Ness Chicas... ¿jugamos? - Página 40 309406

puedo jugar??

Fantástica escribió:

Ness escribió:: Fantástica...

¿Es "Heaven, Texas"? ¿de Susan Elizabeth Phillips?

Sí, era muy fácil...Bobby Tom Denton es inolvidable... Chicas... ¿jugamos? - Página 40 682390

Te toca Ness Chicas... ¿jugamos? - Página 40 309406

pues ami se me paso Chicas... ¿jugamos? - Página 40 131348

Pues me apunto a ese Sr. GUAPETÓN... Chicas... ¿jugamos? - Página 40 794237

Sandra...sólo tienes que adivinar el libro al que pertencen los párrafos que ponemos. La más rápida en adivinar tiene derecho a proponer desafío...

Venga...ahí va el nuevo libro:

El fuego había secado su pelo, que ahora se derramaba sobre sus hombros, en luminosa abundancia. Diminutos rizos de rojo dorado enmarcaban su cara, y a ÉL le cosquilleaban los dedos por el deseo de tocar esa tentadora masa de pelo. Los nervios hicieron hablar a ELLA.

—Recuerdo que estaba cabalgando... recuerdo una lluvia torrencial... recuerdo sus manos en mi cuerpo —acusó.

—Bueno, eso es algo que ninguna mujer puede olvidar.

La indignación estuvo a punto de ahogarla, borrando el miedo por un momento. ¡Se consideraba un don de Dios para las mujeres!

Ness: Apunta toda la saga de los Chicago Star, yo leí hasta el tercero, y seguiré te los recomiendo. Chicas... ¿jugamos? - Página 40 309406

De este nuevo deja pensar, sonar no me suena de nada Chicas... ¿jugamos? - Página 40 682317

Fantástica escribió:: Ness: Apunta toda la saga de los Chicago Star, yo leí hasta el tercero, y seguiré te los recomiendo.

De este nuevo deja pensar, sonar no me suena de nada

Se que no va con el juego, pero mientras buscáis...¿de qué van los Chicago esos?

a mi me suena Pensar

y los chicago stars estan genial a mi me encantan!!! y son jugadores estrella de rugby del equipo Chicago Stars... Twisted Evil

Ness sobre tu pregunta:

Spoiler:

De tu libro ni idea me parece que con un trocito más largo quizá... Chicas... ¿jugamos? - Página 40 987896

Veeeeeengaaaa. Otro trocito...y os voy a dejar las iniciales de ellos para que no digáis Chicas... ¿jugamos? - Página 40 144362

:

—Has manchado mi traje de terciopelo con tus manos ensangrentadas —le reprochó.

Durante un momento, la miró completamente atónito, al ver que en esa situación sólo le importaba su vestido. Cualquier mujer habría caído temblando en sus brazos, pero ésta no demostraba la menor gratitud. R arrancó sus armas del cadáver del animal y tomó el borde de la falda blanca de terciopelo:

—¿Manchado? Lo romperé —amenazó, con intenciones de limpiar en él la hoja de su espada.

T se apartó, pero sus ojos seguían expresando más desafío que temor.

—Así que, éste es el modo en que un caballero ayuda a una dama en apuros —dijo, con frío desdén.

R tuvo la decencia de sonrojarse. Cristo, ¿por qué sería que esa mujer siempre despertaba lo peor en él? Era capaz de seducir a cualquier mujer de Escocia, excepto a ésta. La soltó y limpió la espada ensangrentada en la hierba. Eso le dio tiempo para controlar su hirviente cólera. Comprendió lo fácil que le sería dominarla físicamente, pero, ¿cuál sería la satisfacción? Prefería atacarla con sus propias armas: palabras hirientes, cuidadosamente escogidas:

—Lo hice para salvar la vida de la yegua, no la tuya —dijo, cortante—, así que, no te molestes en agradecerme.

—Al parecer, no sólo esperabas que te diera las gracias: te gustaría que me arrastrase. Seguramente crees que soy una perra capaz de lamer tu mano y mover la cola. ¡Preferiría vomitar sobre tu pierna!

"Todas las mujeres son unas perras", pensó él, pero ésta se le había metido bajo la piel. Le irritaba no poder humillarla; peor aún, sentía que su virilidad ardía en un deseo tan intenso como pocas veces había sentido, al punto que la hubiese poseído sobre la hierba del bosque. Quiso excitaren ella una reacción pareja con su salvaje belleza. La devoró con los ojos, revelando su hirviente deseo y, con voz ronca de sensualidad, se acercó un paso y murmuró:

—Lo que quiero es domarte.

La respuesta de T consistió en alzar la fusta y abrirle un tajo en la mejilla. Sin titubeos, R sujetó la mano y la apretó hasta que ella soltó la fusta. Giró sobre sus talones, sin hacer caso de la sangre que corría por su pierna, allí donde el toro lo había herido, saltó sobre la silla y se alejó al paso, sin mirar atrás.

Huy! Qué escena más pasional! Estoy segura de no haberlo leído...creo que recordaría una escena así... Chicas... ¿jugamos? - Página 40 987777

pues a mi me sigue sonando pero no la ubico @_@

Antes de irme a dormir, os dejo la definitiva (con nombres y todo)...

Pista patrocinada por Santa Ness Chicas... ¿jugamos? - Página 40 144362

Cuando concluyó la danza, la reina preguntó a Tina dónde podría conseguir un vestido como el que ella llevaba; para la muchacha fue un alivio comprobar que no se había ofendido de que James la eligiera para el primer baile.

Valentina alzó la vista al sentir que una mano fuerte aferraba su muñeca; sus ojos dorados se agrandaron, aumentando el efecto exótico de las rayas atigradas al ver quién la había agarrado.

—No, gracias, no quiero bailar —dijo, en voz fría.

Los ojos de Ram pasaron del color del peltre al negro de la noche.

—Me debes una danza.

Su voz era cortante como el restallar de un látigo, la presión de sus dedos en la muñeca se hizo insoportable.

—Me haces daño —dijo ella.

—Eso espero —-respondió Ram, gozoso.

—¡Perro de baja estofa! —musitó Tina por lo bajo.

—Tal vez sea lo que hay en mí de perro lo que atrae a la perra que eres.

—¡Oh! —jadeó Tina, mientras él la arrastraba a bailar una pavana...

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