Alec no está en posición de objetar: si no se casa antes de la medianoche y no vive libre de escándalo durante un año perderá su herencia. Su matrimonio  con Julia garantizará su fortuna. Pero al ver como su patito feo se transforma en un elegante cisne, Alec de repente no puede mantenerse alejado de su esposa a ninguna hora, y cuando la besa, la herencia es la última cosa en su mente. Por desgracia, el escándalo puede ocurrir por las mejores intenciones... ¡y Julia nunca ha carecido de buenas intenciones!