4 Estrellas. Y aún sabiendo que era juvenil, me he llevado una grata sorpresa. “A la caza de Jack el Destripador” nos trae uno de los mitos o momentos más terroríficos vividos a finales del siglo XIX en Inglaterra; el relato de Jack el Destripador; alguien que nunca se supo quién era, y que asesinó y mutiló a cinco prostitutas.

En éste versión libre, y admito que bien investigada, Kerri Maniscalco nos transporta al lugar donde todo comenzó. Audrey Rose Wadsworth es una señorita de diecisiete años perteneciente a la nobleza. En vez de acudir a bailes o tés como sería lo lógico en su situación, la vocación de Audrey es convertirse en médico forense. Audrey y su hermano Nathaniel, perdieron a su madre muy jóvenes y eso hizo que Audrey se interesase en la medicina y en salvar vidas.

Cuando empieza el libro, Audrey está en el laboratorio de su tío, medico forense y a la vez su mentor, practicando una autopsia a un cadáver; por supuesto, todo en secreto, porque su padre no debe enterarse de la doble vida que lleva su hija. Será en el laboratorio de su tío, donde Audrey conocerá a Thomas Creswell, su interés romántico, y también aprendiz del mismo.

La trama sigue cuando los días siguientes comienza el horror. Empiezan a llegar al laboratorio cadáveres de prostitutas, todas asesinadas de una manera muy cruenta. ¿Qué característica las une? Todas habían trabajado en el servicio doméstico de su casa en algún momento de su vida, y todas acabaron en la calle practicando la prostitución. Así que el cerco se irá estrechando cuando Audrey se de cuenta de que puede tener a Jack el Destripador más cerca de lo que cree.

Kerri Maniscalco nos narra de una manera cruenta pero cercana esos sucesos a través de la joven Audrey, una señorita que no debería hacer lo que hace, y de Thomas, que será su secuaz en la búsqueda por descubrir quién es el Destripador.

Admito que el libro me ha atrapado prácticamente desde la primera página, y me ha tenido enganchada capítulo a capítulo, a pesar de que haya podido ser algo previsible por momentos. Me ha gustado el papel de la joven Audrey por querer ser algo más en la vida que simplemente una esposa. Del joven Thomas no puedo hablar mejor porque me ha parecido que la autora quería convertirlo en una especie de Sherlock Holmes con su arrogancia deductiva, pero no me lo he creído, el personaje de Thomas me ha parecido muy forzado. No puedo decir mucho del romance, porque advierto a quienes seáis lectoras de novela romántica que estamos ante un libro juvenil, por tanto blandito, y lo más importante no es el romance, pero sabiendo que es una serie, será de esperar que éste se desarrolle más en los siguientes libros.

No tengo duda de que “A la caza de Jack el Destripador” haya sido un éxito, sobre todo entre público juvenil, pues tiene sus características, a mí personalmente me ha gustado mucho. El estilo de la autora es sencillo y directo, a pesar de algunos horrores que ha tenido que describir, como los cuerpos de las prostitutas, o las autopsias, que admito ha dado bastante asquete si eres propenso a imaginar ciertas cosas. A pesar de todo me ha resultado una historia atractiva y gótica, y me he quedado con muchas ganas de continuar la serie, pues ya veo que Kerri Maniscalco va a pasar por varios personajes famosos de finales del siglo XIX. Estoy deseando conocer al príncipe Drácula, y espero que Puck no tarde mucho en publicarlo.

4 Estrellas. Siguiendo la historia de Audrey Rose y Thomas donde acabó “A la caza de Jack el Destripador”, éste segundo libro nos trasladará a la Rumania de finales del siglo XIX, una Rumania atrapada en el mito y la superstición que la leyenda de Drácula originó en Transilvania.

Al terminar el primer libro vimos cómo Audrey Rose acabó desbastada por los hechos ocurridos con el Destripador. Thomas Cresswell piensa que un cambio de aires puede venirle bien, por eso convence a su padre y a su tío de que ambos viajen a Rumania para formarse en la Academia de Medicina y Ciencias Forenses. Con ésa idea, nada detendrá a Audrey Rose, pues es una chica adelantada a su tiempo y tiene una oportunidad única de convertirse en médica forense.

Así que “A la caza del Príncipe Drácula” comienza nada más y nada menos que en el tren Orient Express y su siguiente parada hacia Bucarest. Durante el viaje empezará a fraguarse el thriller, pues uno de los viajeros ha sido asesinado y empalado con una estaca en el corazón, y no se sospecha quién puede ser el asesino ¿Habrá vuelto Drácula? ¿La víctima era un vampiro?

Con éste misterio rondando en sus cabezas, Audrey Rose y Thomas llegan al castillo de Bran, la morada legendaria del conde Drácula, que gracias a la imaginación de Kerri Maniscalco, lo ha convertido en la Academia de Medicina y Ciencias Forenses más reputada de Europa. Varias serán las sorpresas de ambos protagonistas a su llegada, pues el director no pensaba que una mujer aparecería en su puerta para estudiar medicina, si no que se echaría para atrás; además que sean quienes sean sus familias y el pago que puedan asumir, la academia no admite a cualquiera, solo a los mejores, y durante ése frío mes de diciembre, Audrey Rose y Thomas, junto con otros diez estudiantes, estarán en período de prueba, y deberán demostrar que son dignos de ganarse las dos plazas vacantes que hay para el próximo curso.

Si soy sincera, todo este ambiente de la academia en un viejo castillo me ha recordado un montón a Harry Potter pero sin magia. Tenemos un castillo embrujado sobre el que pesa una horrible leyenda, en el cercano pueblo de Brasov ha habido desaparición de personas, y otro de los estudiantes ha aparecido muerto en Brasov sin una sola gota de sangre en su cuerpo ¿Lo habrá matado un vampiro al beber su sangre? Hasta aquí sus semejanzas con Harry Potter, porque ninguno de los protagonistas son bienvenidos, la mayoría de los compañeros de clase trata con desdén a Audrey Rose por ser mujer (no olvidemos la época en la que estamos, y lo que le costó a las mujeres acudir a la universidad), y por si fuera poco, muere y desaparece gente en extrañas circunstancias.

¿Qué está pasando realmente? Aparecen cadáveres como si fuesen víctimas de vampiros, a la vez que aparecen cadáveres empalados y con restos de ajo en sus bocas. ¿El vampiro acechando a sus víctimas y los cazadores de vampiros matando a los monstruos?

Esta será la atmósfera que envolverá a nuestros protagonistas, pues esta vez no lo tendrán nada fácil para localizar al asesino, o asesinos; apenas tienen pruebas o detalles sobre los asesinatos y el móvil que los ha ocasionado. Sólo la voluntad de Audrey Rose y las deducciones propias de aficionado de Thomas lograrán resolver el misterio.

“A la caza del Príncipe Drácula” me ha gustado más que su predecesor, sigo pensando que la inventiva e imaginación que le echa Kerri Maniscalco al libro están muy, muy logrados, pero lo que me chirría, como me chirrió en el anterior libro, son los personajes. No consigo hacerme con ellos, quizás con Audrey Rose sea más fácil por ser mujer, pero la mayoría de las veces es una pavisosa que quiere dárselas de valiente cuando más bien es una mete patas, y a Thomas Cresswell no termino de creérmelo, me parece un Sherlock de pacotilla que no le llega al auténtico a la altura del betún. Si soy sincera, diré que más de una acción de ambos en el libro me han parecido auténticas chiquilladas y les ha restado puntos, sé que el libro está destinado a un público juvenil, pero los veo muy inmaduros todavía. Aunque conocemos todo el pasado de Audrey Rose por ser ella la que cuenta la historia, poco a poco iremos conociendo más a Thomas y sus secretos, pero ufff, me parece que la autora ha fantaseado demasiado cuando ha creado a Thomas, y no lo siento nada real.

No quiero contar mucho más, porque como empiece a largar destripo el libro entero y merece la pena disfrutarse, conocer a los nuevos personajes, sobre todo a la hermana de Thomas, y el misterio sobre Drácula. En éste libro tendremos un poco más de romance entre Audrey Rose y Thomas, y sobre todo ése final que ya adelanta que el siguiente libro ocurrirá a bordo de un transatlántico rumbo a América y entre las estrellas invitadas estará el joven mago Houdini.