Sinopsis

Ser tratada como si fuera un chico más no era tan divertido como podría parecer, de modo que tras volver a su ciudad natal, la periodista Chastity O'Neill decidió que ya iba siendo hora de utilizar sus armas de mujer. Sin embargo, tenía dos pequeños problemas: en primer lugar, Chastity era una fuerza femenina de un metro ochenta y fuerte como una roca, y, en segundo lugar, tenía cuatro hermanos mayores, que seguían tratándola como si fuera uno más del grupo.

Mientras estaba haciendo un reportaje sobre los héroes de la ciudad, conoció a un atractivo doctor y las cosas comenzaron a mejorar. Ya solo tendría que olvidarse definitivamente de Trevor Meade, su primer amor y la única relación que todavía no había superado.

Pero cuanto más tiempo pasaba con su doctor, más pensaba en el irresistible Trevor. Aunque parecía que él sí que había superado su amor de juventud.

Valoración

Empezaré diciendo que la novela está escrita en primera persona y en presente, algo que suelo aborrecer y que, sin embargo, me la leí de una sentada y la cerré con una sonrisa, así que es fácil imaginar que no me va a costar nada recomendarla. Reconozco que no es lo mejor que he leído de esta autora, pero no importa: sigue siendo una historia muy divertida y con la que pasar un buen rato sin romperse la cabeza.

Quizá porque Chastity está más loca que la proverbial cabra y sus discursos mentales me hacen partirme de risa, o quizá porque la novela no tiene ninguna complicación, ningún drama, nada que analizar, nada por lo que romperse la cabeza, nada que impida el único y evidente objetivo de la novela: divertir.

En cuanto al estilo, ya os he dicho que está escrita en primera persona y en presente, algo que, por lo menos a mí, me dificulta la lectura, pero la narración es tan ágil, los monólogos internos de Chastity son tan rápidos, tan cotidianos y divertidos, que no incomoda. Así que el estilo ya es un punto a favor, porque, sin complicarse la vida, la autora consigue escribir una historia de fácil lectura.

Pero es que, además, los personajes son atrayentes y divertidos, del primero al último, de los típicos que te incitan a seguir leyendo y seguir sabiendo más de ellos, de sus vidas y de sus locuras.

Chastity es la menor de los O’Neill y eso la ha marcado toda la vida. Siempre ha sido una más, una de los chicos, la chica de los O’Neill. Y es que la sombra de sus hermanos y su padre es grande y alargada, con todos dedicados a salvar vidas, ya sea como bomberos, como expertos en desactivación de explosivos... Y en el medio de todos esos héroes, Chastity, con su metro ochenta y sus aficiones poco femeninas... que se desmaya al ver la sangre. Sí, bien. No es muy heroico, qué le vamos a hacer. Pero conste que, como es una chica valiente, intenta superarlo.

Toda su vida ha estado enamorada de Trevor, que es como uno más de sus hermanos. Trevor perdió a su hermana pequeña siendo muy joven, sus padres se divorciaron y su madre se dedicó a regodearse en su desgracia en lugar de atender al hijo que le quedaba, así que él fue prácticamente criado por los O’Neill y en ellos encontró la familia y el afecto que los suyos no pudieron darle.

Como decía, Chastity ha estado toda la vida enamorada de Trevor y él... Bueno, él parece haber superado la breve aventura que tuvieron durante la universidad, y ella parece ser sólo como una más de sus hermanos «adoptivos». Así que Chastity decide que ya ha llegado el momento de dejar de soñar con él y buscarse un hombre que pueda ocupar en su corazón el sitio que siempre ha sido de Trevor, porque, como hija de una familia más que numerosa, llena de hermanos, cuñadas y sobrinos, está deseando formar su propio clan.

Y aquí es donde aparece Ryan Darling (¿Darling? ¿En serio?). El hombre perfecto, sin duda. Es cirujano de urgencias, guapo, rico, encantador, detallista, sensato... En serio, qué peñazo de tío. Apenas había dicho dos frases y yo ya quería matarlo. Estrangulándolo con su propia simpatía, a ser posible. Qué cosa más repelente de hombre, qué arrogante, qué rancio, qué... Todo el mundo va por ahí diciendo que es perfecto, que es encantador, que es serio, que es formal... ¡¡Un peñazo es lo que es!! Aborrezco a esa gente que toda su vida está planificada, es perfecta, ideal, medida al milímetro, sin espacio para la locura o la improvisación. Por suerte, Chastity parece pensar lo mismo que yo, a pesar de que intenta convencerse de que es el hombre ideal para hacerle olvidar a Trevor.

En ese momento nos enfrentamos con los dos puntos de vista sobre los «amores imposibles». No os voy a desvelar la historia, pero es muy curioso ver cómo dos personas —Chastity y su madre— afrontan una situación similar y terminan llegando a conclusiones muy distintas. ¿Quién tiene razón? Pues supongo que los románticos incurables os dirán que Chastity y los prácticos que su madre. Yo no me defino. Dejaré que saquéis vuestras propias conclusiones.

Al ser una novela narrada en primera, está claro que el personaje que más conocemos es el de su protagonista. Sin embargo, para mi gusto, su «gran amor» está demasiado obviado. Se habla de él, aparece cuando tiene que aparecer, nos muestra un par de pinceladas... Pero no convence. No he llegado a conocerlo ni a entenderlo del todo y me he creído la historia porque iba preparada para creérmela y porque, bueno, porque, en realidad, yo a esta mujer la leo porque sé que me voy a reír, no porque me importe demasiado la historia de amor.

A pesar de lo que comentaba, el foco en la protagonista, hay un montón de secundarios y algunos tienen momentos impagables. Pongo por delante de todos ellos a Buttercup, la perra de Chastity. Anda que no me hizo reír la dichosa perra, tan grande y tan fea ella. ¡Y con ese nombre de Princesa prometida! Impagable.

En resumen: os olvidaréis de la historia a los pocos días de cerrar la novela, no lo dudo. No es inolvidable, no cuenta un gran romance, no es trascendente o única... Pero es que es muy, muy divertida. Esta autora me encanta porque me hace pasar unas tardes geniales riéndome a carcajadas y sin darme quebraderos de cabeza. Entretiene, divierte y hace reír. No se puede pedir mucho más.

 Danna, me encanta la crítica. La novela es así, simple y divertida.

       ... otra que me tengo que leer, ya no sé de dónde voy a sacar el tiempo     

Un besote

DeDanna escribió:

Mujer, ahora que ya no tienes que leerte libros de tipos impresentables que te zoscan por tu bien, tendrás más tiempo    

Sí... y ya casi no publican histórica      este lo apunto, lo cuelo a los de Victoria Dahl     

Un besote

    No me leido nada de ella, puede que este año le de una oportunidad.

DeDanna escribió:

Pepa escribió:

[este lo apunto, lo cuelo a los de Victoria Dahl     

Un besote

Es que son muy distintos :pensando:No sé qué decirte :pensando:Quizá me gustaron más los de Victoria Dahl, pero no sé...

Entonces... caerán primero los de Victoria, a ver si ahora en febrero me puedo leer alguno    

Un besote

gracias por la critica, me lo anoto que no he leido nada de esta autora y la verdad es que trar leer tu critica y echar un ojo al libro creo que vale la pena pasar un rato divertido

Esta novela está muy en la tónica de las novelas de la autora. Trancurrre en un pueblo pequeño, la prota tiene una familia grande ( padres que se están divorciando) y cuatro hermanos varones mayores. Ella es periodista y ha vuelto al pueblo de su infancia para encontrarse que le es difícil encontrar novia porque es la hija menor del jefe de bomberos y como ha sido criada entre varones tiene un problema más: su falta de actitudes estrictamente femeninas. Para mal de males en el pueblo vive él: su hermano postizo y amor de toda una vida, el también bombero Trevor. La historia es ligera y no aburre. Tiene muchos planteos que revelan la humanidad de los protagonistas y de los secundarios, lo que provoca muchas sonrisas y algún que otro regusto tristón.

Me la apunto, me parece divertida. Gracias por la crítica.