El libro empieza en Viseu (Portugal), es una cárcel, donde el protagonista, Rohan, y sus hombres, todos mercenarios y bastardos han sido aprisionados por los musulmanes. Uno de ellos los marcó a todo en el pecho con su espada ardiendo. La hermana de éste se compadeció y los liberó, no sin antes marcarlos en la barbilla y convirtiéndolos en una Hermandad de caballeros bastardos, pero a la vez con su propia maldición. Sólo podrán concebir hijos varones con su mujer predestinada, y ésta no será nada fácil de conseguir.

Como digo, él es un caballero normando, un bastardo de un tío de Guillermo el Conquistador. Guillermo acaba de ganar a Harold en Hastings, y éste manda a sus nobles y guerreros para aplacar a los nobles que no se han rendido ante el duque bastardo (el rey Guillermo). Rohan, el protagonista toma el castillo de la protagonista, totalmente desprotegido, porque su familia y sus guerreros fueron a apoyar a Harold, y no han vuelto de la guerra, ni hay noticias de ellos   . 

A Rohan no le cuesta nada hacerse con el castillo, pero la verdad que le va a costar más hacerse con la protagonista   , porque tiene los ovarios bien puestos, y no se lo va a poner nada bien ni fácil a Rohan. De momento ella ha conseguido salirse con la suya. Puedo decir que ella como personaje me está gustando mucho, pero Rohan me está costando más de tragar   , es un bruto muy bruto (aunque no ha llegado a pegarla, y espero que no lo haga  ). La verdad que los libros medievales los disfruto más cuando ellos son gigantoñoños, pero Rohan no lo es 

De verdad qué rabia que no se puedan poner medias estrellas, porque quería darle 4'5. Ha sido uno de los mejores libros de romántica medieval que he leído. Me ha tenido enganchada a la trama durante toda la novela, con personajes muy carismáticos y atrayentes. Muy novedosa no es la historia, porque peca de cliché, pero es que a ver qué van a inventar en un libro medieval que se sitúa en la conquista de Inglaterra por parte de Guillermo el Conquistador.

El protagonista, Rohan, es el bastardo de un noble normando. Él y todos sus guerreros lo son, y tras padecer un infierno en una cárcel musulmana en la Península Ibérica, todos son marcados con el legado de la Espada de Sangre y malditos. Años después, Guillermo ha conquistado Inglaterra y Rohan es uno de sus capitanes en misión de aplastar a los sajones que no se han sometido a obedecer al nuevo rey. Será en el castillo de Rossmoor cuando Rohan encontrará la horma de su zapato: Isabel. Ésta es la hija del señor del castillo, en ausencia de éste y su hermano, ella es la señora del castillo y su deber es velar por su gente y su salvaguarda. Es una mujer aguerrida y con una entereza poco común, inteligente y adelantada a su época, y no duda en ningún momento en enfrentarse al nuevo invasor. Pero lo que empieza con pullas dialécticas y un odio más que evidente, pronto se convertirá en admiración y amor.

Sin duda, éste es un libro de personajes, la historia me ha gustado, pero creo que si no hubiese sido por la personalidad y carácter de los personajes, tan bien elaborado cada uno, creo que habría perdido mucho. Lo que le ha hecho ganar puntos son sin duda Rohan e Isabel. Isabel es sobre todo quien más me ha gustado, he encontrado pocas chicas en romántica que me caigan tan bien, en todo momento sabe lo que quiere, es inteligente y racional, no se deja llevar por pasiones ni majaderías, pero lo mejor es cómo se enfrenta a Rohan. A éste gigantón en más de una escena daban ganas de darle de cachetes, es un bruto, mandón, posesivo y machista, sí, es todo lo que era un hombre de su época, pero es justo y honorable, y aplaudo que no perdiera los nervios al enfrentarse a Isabel en ningún momento, temía que llegara una escena donde llegara a pegarla, o peor, violarla (odio las novelas donde ocurren éstas cosas), pero por suerte no ha ocurrido nada de eso. Simplemente son dos personajes que chocan continuamente y ella está decidida a odiarle, pues jamás se someterá al enemigo.

Pocas sorpresas depara el libro salvo el romance de sus protagonistas, aunque tiene todos los ingredientes típicos de las novelas medievales, invasiones, duelos, saqueos, ataques de enemigos, y siempre: alguien dispuesto a separar a los protagonistas. Todos estos ingredientes están aderezados con una prosa magistral y muy bien cuidada. Realmente me ha gustado cómo escribe Karin Tabke y su labor de investigación, está muy cuidada, salvo un par de detalles que me han chirriado: los protagonistas son demasiados limpios, o él o ella, se tiran medio libro bañándose o limpiándose, esto es totalmente atípico en una novela de ésta época, como lo es que aparezca Rohan secándose con una toalla de algodón (cuando tengo entendido que éste venía de América, y estamos en 1066...). Por lo demás y salvo algunas erratas (error de imprenta de la editorial), el libro es prácticamente perfecto.

Recomiendo el libro a quienes les guste el romance medieval y no teman a los protagonistas brutos, yo los prefiero algo más blandos, gigantoñoños que se derriten ante su chica, pero es un gusto personal. 

  El tema de la virginidad de la doncella Isabel me pareció muy acertado , la forma en que ella defiende ser virtuosa ( porque en aquellos tiempos era todo lo que una dama noble tenía )  ante las insinuaciones maliciosas de Henri.


  Me ha encantado cómo se moría el caballero du Luc  de pensar que ella no era virgen  ( porque era eso lo que se perseguía en aquella época )  Ahora mismo , eso no tiene importancia , pero en aquella época si , y eso es lo que hace que una sienta que está leyendo medieval o histórica .


    Otro que también se muere de pensar que su doncella Ariadne de Claredon  no es virgen es  el Baron de Montage , en AMAR A UN CABALLERO ....¡ cómo me reí !


    Pues lo dicho , si queréis leer medieval de verdad ; en diálogos , en usos sociales  ,  deben leer esta novela .