Sinopsis:

Argentina, 1870. Una joven norteamericana llega a Buenos Aires en respuesta a la llamada del presidente Sarmiento solicitando maestras voluntarias dispuestas a viajar a los pueblos más remotos del país para alfabetizar a la población.

Elizabeth deja atrás una vida cómoda y se lanza a una experiencia que cambiará su vida y la de los niños de Mar Chiquita, el pueblecito donde la destinan y que se convierte en su hogar. Allí conoce a un hombre joven y misterioso que ha huido de Buenos Aires y de las consecuencias de un oscuro secreto familiar.

En un vasto territorio marcado por profundas brechas sociales, Elizabeth tendrá que enfrentarse a los arraigados prejuicios de los indígenas, a la crueldad de la guerra y al azote de las epidemias sin renunciar a sus ideales ni al amor que, inesperadamente, ha llamado a su puerta.

Valoración:

«La maestra de la laguna» es una novela que destaca por su buena ambientación histórica y unos personajes creíbles y con una personalidad bien definida. La autora ha sabido introducir muy bien el romance de unos protagonistas con fuertes caracteres en medio de un momento histórico difícil y complicado por la política del país, que tiene que enfrentarse a los conflictos entre los indios y el hombre blanco, hacer frente a las epidemias e intentar hacer de Argentina un país desarrollado.

Elizabeth demuestra en todo momento que es una mujer aventurera, decidida a correr cualquier riesgo con tal de defender sus ideales y al hombre que ama. Esa forma de actuar la lleva a convertirse en maestra en una tierra extranjera, aceptando un trabajo que pocas personas están dispuestas a realizar, y más siendo una mujer. Sin embargo, el deseo de enseñar a los niños y darle a esa gente la posibilidad de un futuro mejor la llevan a una tierra donde las dificultades para llevar a cabo su trabajo son grandes, encontrándose con que no hay ni siquiera una escuela donde dar las clases.
 
A esto hay que añadir las diferencias sociales y las diferentes razas que viven en el lugar y que se enfrentan por el territorio, donde los indígenas se dividen en tribus, unas aliadas y otras enemigas del hombre blanco.

Desde su llegada a Buenos Aires, Elizabeth tiene que enfrentarse a la opinión de la alta sociedad a la que pertenece y de su familia, que no ve con buenos ojos su trabajo y trata por todos los medios de que siga los dictámenes de lo que se considera adecuado para una dama: encontrar un hombre que sea un buen partido y casarse. Pero ella en ningún momento se deja convencer y sigue adelante con su idea de ser una mujer independiente y trabajar como maestra.

Durante todo el libro Elizabeth se enfrenta a situaciones que ponen a prueba su resistencia y determinación, tanto en lo profesional como en lo personal, y en esto creo que Gloria Casañas ha mejorado mucho con respecto a su anterior novela, «En alas de la seducción», donde los personajes no estaban tan bien perfilados y con un carácter tan determinado como en éste.
 
Junto al personaje principal de Elizabeth, otros dos hombres destacan en la novela, Julián y Francisco, ambos muy distintos pero grandes amigos que tratarán de conquistar a Elizabeth, y en el intento tendrán que poner a prueba su amistad.
 
Francisco, un hombre con mucho carácter, pero también con grandes tormentos internos por su orígenes y por su enfermedad; y Julián, su amigo incondicional, tan distinto a él, se convierte en un rival para conseguir el amor de Elizabeth.

Con momentos duros y emotivos, es una novela larga pero que no se hace pesada, ya que no le ha sobrado nada. Tanto la parte romántica como la histórica se complementan muy bien para ofrecer al lector una buena novela con la que disfrutar de un romance, pero también de conocer las dificultades para conseguir que Argentina prospere como país a través de la enseñanza y los problemas que la colonización supuso, tanto para el hombre blanco como para el indígena, ya que con dos culturas tan opuestas se hacía muy difícil la convivencia. Esta quizás sea la parte más dura de la novela, la autora se recrea más en el momento histórico, pero sabiendo introducir a los personajes en medio de esas situaciones que hacen que no parezca una narración de un libro de historia sin más, sino parte de la vida de los protagonistas.

Por todo esto, «La maestra de la laguna» es una estupenda novela romántica que además nos acerca a una época y un momento de la historia de Argentina. Es una novela larga y no precisamente con una historia ligera, pero que creo que se puede disfrutar, donde ocurren muchos acontecimientos que mantienen el interés por ver cómo se sobreponen a todo tipo de adversidades tanto los personajes principales como los secundarios.

A mi la ambientación y el personaje femenino me encantaron. Y coincido con vos acerca de la evolución de la autora con respecto a su primera novela. Pero el masculino... Quería ponerlo contra el paredón, fusilarlo, revivirlo y volver a empezar. Los personajes masculinos de Casañas no me cuadran mucho. Son muy infantiles y en ocasiones, poco creíbles.

Gracias por la crítica, Blissy.

Sí, en ocasiones él era demasiado machista y celoso, y bueno...ahi que leer la novela para ver sus buenos y malos momentos.

Lo que si me ha dejado es con muchas ganas de leer la historia de Julián.

Lo anoto para este otoño, ahora no me puedo concentrar en una novela intensa. Tiene una pinta estupenda. Gracias por la crítica.

Gracias!! Me regalaron el libro hace unos años y aún no lo he leído, es que Sarmiento no es de mis próceres preferidos y me resisto un poco...voy a ver si le doy una oportunidad.