Charles Egremont era un soltero empedernido por convicción y necesidad, ya que no podía permitirse mantener a una esposa. Además, ocultaba un secreto. Sin embargo, cometió el error de acercarse demasiado a Lauren Mowbray, una joven fuerte y decidida a no casarse si no era por amor, y quedó fascinado por ella.

Lauren tampoco escaparía indemne a la fascinación que le producía Charles, pero ni toda la fortaleza, valentía y decisión del mundo podrían haberla preparado para bregar con alguien que no quería ser amado.

¿Lograría la fuerza del corazón dar a Charles la confianza en sí mismo que necesitaba para atreverse a amar?

La primera frase de la sinopsis fue lo que me llamó la atención de esta novela. Así de sencillo, acostumbrada a los argumentos en los que nobles o no tan nobles con una economía precaria iban a la caza de una esposa con fortuna, llamó mi curiosidad el hecho de que Charles tuviera asumido que dicha circunstancia le imposibilitaba a casarse.

Conocía a la autora justamente por la sección que Marilí tiene de nuevos autores, pero nunca me había decidido a leerla. Ya se sabe, son tantas y tantas las novelas que vas apuntado en esa lista cada vez más larga que, al final, ya sea por recomendaciones o por “otras obligaciones”, hay algunas que acaban irremediablemente relegadas en los últimos puestos.

Comentar que hay una novela anterior «En busca de un hogar» título que ahora, no se cuando, pero leeré sí o sí para quitarme esta duda que me ha quedado de ciertos hechos que, supongo, aparecen en esa primera historia. Matizar que no es imprescindible su lectura para seguir el hilo de la trama, aunque sí, he de reconocer que se me ha quedado la espinilla clavada de qué es lo que hizo el malo-malote de la historia que, para más detalle, tiene muy próxima publicación

«Cuando ya no te esperaba» es un título muy acertado. Estamos ante una historia que gira en torno a cómo se va fraguando la relación entre dos personas que tienen las ideas muy claras, Charles ha determinado que no tendrá esposa y Lauren cada vez ve el tema más lejano, pues no quiere casarse sin amor y su condición económica  unido a la permisión familiar, le permiten seguir dicha determinación.

Lauren es una muchacha jovial, agraciada según los cánones de la época, aunque puede que demasiado alta, pero simpática, educada y una perfecta dama. Algo tímida y con un carácter  afable y bondadoso. No es una mujer a la que le guste llamar la atención pero dado que comparten amigos en común, ella y Charles quizás no se pueden considerar también amigos pero sí conocidos.

Charles es un encanto. Bien parecido, divertido, educado y todo un caballero. Es un hombre que no pasa desapercibido y tiene un don para relacionarse con sus semejantes.

Sus circunstancias familiares son bastante opuestas, Lauren vive en un nido acogedor, el ojito derecho de su progenitor que la mima y la tiene en gran estima, mientras que Charles no sabe lo que es una palabra amable de parte de su padre. Un hombre que lo ha tratado de una forma correcta pero nada dado a mostrar cariño.

No esperéis grandes giros ni grandes aventuras porque la novela gira en torno a cómo poco a poco se va fortaleciendo y estrechando la relación entre ellos.  Es una historia pausada, la definiría como dulce, en la que lo más importante son los sentimientos de ambos. Sentimientos que la autora nos va detallando minuciosamente.

Además de ser una historia sencilla y tierna, lo que me ha llamado más la atención es la forma en que está escrita. Es posible que haya algunas frases que aparecen en exceso, pero, en mi opinión Claudia Cardozo tiene un estilo elegante, nos cuenta sin prisas pequeños detalles con un lenguaje que, para mí, evoca a la perfección la idea que tengo de cómo se hablaba en aquella época: esa en que la sutileza, el doble sentido y el "dejar entrever" son más usuales que el "decir".

Soy más amante de novelas con diálogos, siempre digo que le dan una agilidad a la lectura que la narrativa no le aporta pero es innegable que con la forma, sencilla pero refinada en la que nos cuenta esas pequeñas situaciones que van haciendo que la relación entre ellos evolucione, es un gusto leerla.

Aplaudo el final, porque me ha gustado que la autora no optara por la solución fácil que me podría haber encontrado como en tantas novelas que he leído en el que el o ella no cuenta con fortuna propia.

Mi única pega es que me hubiera gustado que el desenlace entre ellos estuviera más desarrollado. No puedo matizar mucho más sin desvelar un hecho importante, pero después de la actitud repetitiva del protagonista sobre un mismo tema al que daba vueltas y vueltas, todo se ha salvado, a mi parecer, muy fácil para él.

En conjunto «Cuando ya no te esperaba» ha supuesto una lectura agradable de la que he disfrutado mucho. A veces cuesta mantener al lector atento cuando la novela no cuenta con grandes giros en la trama. Me ha quedado la pequeña duda sobre el personaje de Daniel y habrá que ver si la autora es capaz de transformarlo en su propia historia. Recomendable para aquellos momentos en los que nos apetece leer algo sosegado, bonito y bien escrito.