El abuelo de Leonie, al saber que le queda poco tiempo de vida, cree que la única salvación de la chica es casarse con un hombre rico que la proteja. Ese hombre puede ser Morgan Slade. Pero el abuelo no sabe dos cosas: primera, que su nieta no necesita la protección de nadie porque es una muchacha que a pesar de tener tan solo dieciséis años tiene mucho valor y coraje, y puede salir adelante sola (de hecho es ella quien se ocupa de la hacienda, los esclavos, y pagar las deudas de juego de su abuelo); Segunda, que el hombre que se casa con su nieta no es el verdadero Morgan, sino un primo suyo que roba la dote de Leonie y que ella tenía destinada para salvar su hogar de los acreedores. Después del matrimonio, el hombre se va con la promesa de devolver el dinero en cinco años, cosa que no hace.
Pero después de esos cinco años, y con las deudas hasta el cuello, Leonie decide que no dejará que roben su dinero así como así. De manera que va a la aldea donde Morgan vive y allí reclama su dinero. Lo que ella no esperaba era que el hombre fingiera no reconocerla...
Y con justa razón, si es la primera vez que la ve en su vida... Morgan ha quedado herido y desilusionado de la vida por culpa de una mujer traidora y el recuerdo de su hijo muerto, no cree que vuelva a sentir lo que esa mujer que dice ser su esposa le hace sentir. A pesar de creerla una vil estafadora, no puede evitar esos sentimientos que ella despierta en él y a pesar de luchar contra ellos, es débil.
Se desata una guerra entre los dos. Una guerra que está mediada por el deseo, donde después de un tiempo, ninguno quiere aceptar que se ha enamorado del otro. Además, el mal acecha a su alrededor, y sólo lograrán vencer, si la verdad es descubierta y su orgullo anulado para dar paso al amor.

Christian Hill, lord Grandiston, salva a una joven de ser violada y termina obligado a casarse con ella, aunque lo hace bajo nombre falso.

Diez años más tarde la joven, Dorcas Caroline Frogatt, convencida de que su antiguo salvador murió en la guerra, desea casarse con sir Elyam Colne. Christian, por su parte, se ha convertido en un personaje poco fiable que ha despilfarrado su fortuna y que necesita, urgentemente, contraer matrimonio con alguna dama de alta sociedad. Pero cuando Dorcas se entera de que tal vez su antiguo marido está vivo, decide ir a buscarlo a Doncaster.

Ambos coinciden en una posada en el camino aunque están muy cambiados y no se reconocen. Sin embargo, entre ellos existe una química imposible de soslayar que amenaza con echar chispas. Ahora Christian se ha propuesto seducir a esa mujer sensual y misteriosa, sin saber que puede tratarse de su verdadera esposa, que ha venido a echar por tierra todos sus planes.