Por primera vez (Anna Campbell)

Ampa escribió:

Por primera vez (Anna Campbell)

Si Ampa!! Te toca!!

Dios mío, ahora podía leer los titulares de los periódicos:
"duqueserio, duodécimo duque de (nombre título), se casa con soyalegre: La novia llevaba una camisa de seda y un avispón en el bolsillo de la misma. Fueron testigos de la boda un mayordomo, tres lacayos y un gallo."
— Yo también estoy aquí para ser tu testigo — dijo primo, intuyendo las ideas desamparadas de duqueserio— Vamos a ver si te casas, ¿de acuerdo?
— Simplemente conviértanos en marido y mujer — dijo duqueserio al vicario.
— Pero, Su Excelencia, tengo que continuar con la ceremonia...
— Soyalegre, ¿me aceptas como esposo?
— ¿Cómo? ¡Oh, sí, Mi Excelencia! ¡Te tomo como esposo!
— ¿En la salud y en la enfermedad?
Ella se quedó boquiabierta...
— ¿Estás enfermo? Si lo estás, dímelo para que pueda curarte...
— ¡No, no estoy enfermo! ¡Simplemente quiero saber si seguirás siendo mi esposa si me pongo enfermo!
— ¿Pero, por qué no iba a ser tu esposa si estuvieras enfermo, Mi Excelencia? Me necesitarías más que nunca, ¿no?
Su respuesta hizo que la mueca de la boca de duqueserio desapareciera.
— Te tomo como esposo — siguió diciendo soyalegre con ternura, dirigiendo su sonrisa a los bonitos ojos plateados de duqueserio— Deseo que seas todo mío y yo te proporcionaré risas y alegría todos los días que esté junto a ti. Llenaré tu casa de flores, Mi Excelencia, y todo lo que desees que sea de color azul, rojo o verde será de color azul, rojo o verde. Tus deseos... no tienes más que decirme cuáles son y te los concederé y a cambio sólo te pido que me des un hijo. ¿Me darás un hijo, Mi Excelencia?
Su pregunta le llegó al corazón. Le había ofrecido ropa elegante, joyas y fabulosos viajes alrededor del mundo. Ella había rechazado todo, haciéndole que se preguntara si había algo que quisiera de verdad. Y ahora le había formulado su petición.Un hijo. Quería un hijo suyo.
— Duqueserio — dijo primo dandole un codazo — Di sí quiero y lo haré.
— Sí quiero y lo haré — respondió duqueserio de inmediato.
— ¿Cuándo? — preguntó soyalegre.
— ¿Cuándo? — repitió duqueserio— ¿Cuándo el qué?
— ¿Cuándo me darás un hijo?
— Yo... — se inclinó hacia ella y le susurró al oído— Soyalegre ahora no es el momento más adecuado para discutir ese tipo de cosas.
— ¿No? Entonces, ¿cuándo hablaremos de ello?
— Esta noche — murmuró él.
— ¿Su Excelencia? — le recordó el vicario— Ahora le toca pronunciar sus votos.
— ¿Me aceptas como esposa, Mi Excelencia? — preguntó soyalegre.
— ¿En la salud y la enfermedad? — añadió primo, disfrutando terriblemente de la extraña ceremonia— ¿En la pobreza y en la riqueza? ¿Para lo bueno, y para lo malo, durante los momentos felices y durante los momentos tristes, en días desagradables y en días tranquilos, con cerdos, burros, gallos y avispas, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén?
Duqueserio hizo un movimiento afirmativo con la cabeza.
— Cáselos — dijo primo al reverendo — ¡Deprisa!
El vicario dijo que no con la cabeza.
— El matrimonio es un compromiso solemne, señor primo. Una unión sagrada a la que no hay que entrar con ligereza sino con amor. ¡Es compartir dos vidas como si sólo fuera una! — exclamó levantando las manos en alto— Su Excelencia y la señorita soyalegre deben jurarse amor eterno. Sólo entonces les convertiré en marido y mujer.
El ultimátum del reverendo rompió el hechizo que mantenía la mirada de duqueserio clavada en la de soyalegre. No iba a hacer que esta boda fuera algo más que una farsa prometiendo amar a soyalegre.
No tenía ninguna intención de quererla. y en cuanto al niño que quería que le hiciera concebir... ¡Ya podía seguir queriéndolo! ¡Su deber como duquesa era darle un heredero! ¡Imposible imaginarse a sí mismo volviéndose sentimental ante su petición del niño que ella tenía que darle a él! Maldita sea esta mujer por hacerle sentir unas emociones tan tontas.
No permitiría que lo lograra otra vez.
— Reverendo— susurró acalorado, acercándose al cura para que nadie más oyera lo que estaba a punto de decir— ¿Le puedo recordar que esta ceremonia no tiene nada que ver con el amor? Su lengua de doble filo es uno de los motivos por los que estoy aquí delante de usted esta noche, y si niega esa acusación, ojalá Dios le deje muerto en el sitio. Ahora sugiero que diga las últimas palabras de esta ceremonia sin mayor demora. Si no lo lleva a cabo, muy pronto se estará buscando otra iglesia, ya que la parroquia de (tierras duque) tendrá un vicario nuevo, y más discreto.
El reverendo dejó caer su libro de salmos.
— No puede...
— Le aseguro que sí. —

No se.... pero ya quiero saber cual es!!

Parece interesante, pero yo estoy segura de no haberlo leído...

¡Qué buena pinta!
¡Que lo adivinen, que lo adivinen!

que lo adivinen

Es bastante antiguo.

Y aunque parezca mentira podríamos clasificarlo en paranormal.

Si no aciertan, a la tarde pongo otro trocito.

Duqueserio levantó la cabeza y se quedó mirándola de nuevo.
— Trucos. Trucos de mago, no hay nada más.
— Magia.
Se levantó de la silla y le agarró el brazo.
— ¿Cómo me has traído hasta aquí?
— Magia.
— Maldita sea, soyalegre, quiero que me digas la verdad.
— Maldita sea, duqueserio, eso es lo que te acabo de contar — le dijo dirigiéndole una sonrisa— No estoy muy acostumbrada a maldecir, pero, ¿no crees que las palabrotas van bien con los enfados? Estoy aprendiendo a enfadarme, como ya te he dicho antes. Adelante, esposo mío. Haz o di algo que me enoje y te enseñaré lo bien que me está yendo con mis lecciones sobre cómo enfadarme.
Estaba trastornada, se dijo. Era una loca, que podría ser encerrada para los restos. Pero incluso si estaba loca, aún no alcanzaba a comprender cómo había llegado a la habitación tan deprisa. Quizá él también estaba demente.
— El juicio — susurró. — He perdido el juicio.
— No has perdido sino el deseo de creer en la magia.
— ¡Nunca he creído en la magia!
— Sí. Cuando eras pequeño. Pedías deseos a las estrellas, y si no hubieras creído en la magia no habrías formulado esos deseos. Todavía están allí tus deseos. Yo me he ocupado de guardar las estrellas de tus deseos todos estos años. De hecho, sólo una se ha caído del cielo. Esa desgracia ocurrió cuando tuve que guardar cama después de que el gato me arañara. Mi madre fue la que vio caer tu estrella, pero no tuvo tiempo de recuperarla. Estaba en una de sus misiones esa noche. Pero me dijo dónde podía encontrarla. Viajé muy lejos para encontrar esa estrella. ¿Te acuerdas que te conté que sólo había viajado lejos una vez en la vida? Bueno pues fue en esa ocasión. Tu estrella... Estaba en un campo de arroz de China, duqueserio, y volví a ponerla en el cielo.
Duqueserio estaba sobrio ahora, pero decidió que en el transcurso de una hora iba a estar más borracho de lo que jamás lo había estado en toda su vida. Salió corriendo hacia la puerta.
— ¿Adónde vas, duqueserio?
— Abajo, a beber hasta que se me olvide todo.
— No deseo que te vayas abajo y que bebas hasta que te olvides de todo. Lo puedes hacer más tarde, pero por ahora te puedes quedar aquí conmigo.
Se dio la vuelta para mirarla.
— Desde el primer momento en que te encontré en el prado has intentado darme órdenes todo el tiempo. Soy el duque, por amor de Dios, y no permito que me mandes...
— Y yo soy la princesa heredera. — Soyalegre se tocó la parte superior de la cabeza y al momento siguiente estaba coronada con una gran diadema resplandeciente de diamantes— No estoy completamente segura de lo que es un duque, pero no creo que me equivoque al pensar que mi rango es un poco más elevado que el tuyo. Especialmente porque un día tendré que reemplazar a mi padre en el trono, y convertirme en reina.
Se quedó fijo en la reluciente banda que llevaba.
— ¿Cómo has hecho eso? — le preguntó con incredulidad— La corona... Y, ¿cómo me trajiste desde la entrada hasta esta habitación?
— ¿Cuántas veces te lo he de decir, duqueserio? Soy un hada, y utilicé la magia para...
— ¡Basta ya de tonterías, soyalegre! ¡No existe nada parecido a las hadas! Y si no me dices cómo llevas a cabo todos estos trucos increíbles yo no...
— ¿Que no existe nada parecido a las hadas? Pero duqueserio, estás mirando una ahora mismo. Y debo decirte que me estás haciendo perder la paciencia con tanto grito.
— ¿Cómo? Muy bien, ¿por qué no usas tu... tu magia de hada y me envías derecho a un hoyo lleno de serpientes?
A soyalegre no le importó su sonrisa despectiva ni el sonido burlón de su voz.
— Una sugerencia terriblemente maravillosa — le arrojó un puñado de polvo de estrellas directamente a la cara.
Empezó a toser y a estornudar, y una fracción de segundo después duqueserio no podía ver más que oscuridad. Sintió un gran frío y humedad recorriéndole el cuerpo, y podía oír a su alrededor sonidos siseantes amenazadores. Algo se deslizó por encima de sus pies; algo más le subía por la pantorrilla.
Una suave luz plateada apareció en ese momento, iluminando las paredes rocosas que tenía a su alrededor. Agachó la cabeza y miró hacia abajo.
Sus piernas casi no podían mantenerle en pie. Había cientos de serpientes a su alrededor; todas eran venenosas.

***
Ala chicas, a investigar.

snif snfi no sep

Por fín una que me dura...

A ver, tenemos que la protagonista es un hada. Lo cual no es muy habitual

Pista: El nombre de la autora coincide con una famosa novela de Daphne du Maurier.

Investigad, que esto parece el trivial en vez del juego de frases.

Deseos Mágicos de Rebecca Paisley...

pricesa escribió:

Deseos Mágicos de Rebecca Paisley...

Siiiiiiiiiiiii

Es curioso este libro, y muy divertido. Te toca pricesa.

Ampa escribió:

pricesa escribió:

Deseos Mágicos de Rebecca Paisley...

Siiiiiiiiiiiii

Es curioso este libro, y muy divertido. Te toca pricesa.

Lo voy a buscar!!!

jajaj lo voy a buscar para que se mi prochima lectura


princesa pon un cacho mas

Ni idea Pon un trozo más revelador, porfis...

Os pongo un trozo sin modificar los nombres ( Excepto la de la protagonista )..

Un instante después, vi a la dama Beathag acercarse a nosotros, entre un remolino de faldas y velos. Se dirigió a mí con una voz untuosa, aunque algo torpe.
—Mi muy querida castellana de grandes cualidades, ¿me haréis el favor de prestarme a vuestro marido para bailar? Mi cuñado es el bailarín más admirado aquí, y sería una lástima que no pudiera mostrar a su flamante esposa de lo que es capaz.
—Os lo ruego —respondí, aliviada por la perspectiva de ver alejarse a Iain—. Por desgracia, no conozco ninguna de las danzas que tocan.
Apenas había terminado de hablar cuando ya Iain MacNéil se levantaba y, después de una breve inclinación de cabeza dirigida a mí, abandonaba la mesa para dirigirse con paso decidido al grupo de bailarines, seguido por la dama Beathag. Entonces asistí al espectáculo más extraño que le es posible ver a una recién casada: el de su marido moviéndose con gracia y pasión en los brazos acariciadores de su cuñada. En efecto, la serie de reels y de gigas endiabladas dejó paso a una balada que no me era desconocida. Intenté apartar los ojos de la pareja que formaban Iain y Beathag, pero en vano. Se desprendía de ellos tanta armonía, tanta compenetración: cada uno de sus gestos, de sus miradas, testimoniaba esa intimidad que se establece entre personas que se conocen desde hace mucho tiempo... «o que se conocen en privado», no pude evitar pensar. La idea me incomodó mucho, y dejé de mirarlos. Al hacerlo, mi mirada se cruzó con la de Tòmas, que no estaba lejos. Advertí rabia en ella. Bajé los ojos: algo me dijo que él había leído mis pensamientos. «Es insensato. Soy demasiado emotiva.» Pero enseguida él estuvo a mi lado, con la mano tendida, invitándome a bailar.
—Mi señora conoce sin duda esta danza. Sé que es muy apreciada en la costa este de Escocia. Como su ritmo es lento, ni vuestro vestido ni la capa estorbarán vuestros movimientos. Os lo ruego, dama VALIENTE, será mejor que bailéis.
Era la primera vez que le oía pronunciar mi nombre. Desde luego, tenía razón. No podía quedarme sentada durante el resto de la fiesta dada en honor a mi matrimonio, con los ojos clavados en la mano acariciadora de la dama Beathag en la barbilla de mi marido. Tenía que espabilarme. ¿Por qué no bailar, a pesar de saber que no iba a hacerlo con mucha habilidad?

ni idea

Las iniciales de la autora son DL...

El clan de Mallaig - Lacombe de dianne lacombe... esto es en plan investigacion al poder.. por cierto que tal esta?

yuno escribió:

El clan de Mallaig - Lacombe de dianne lacombe... esto es en plan investigacion al poder.. por cierto que tal esta?

Bueno, el libro es Gunelle el clan de Mallaig, pero es valido yuno, así que te toca!!
Por cierto, es un libro que recomiendo. Me gustó mucho. Es uno de los pocos medievales que he leído y que me han llegado hondo..

apuntado queda..


Poderoso estaba sentado tras un enorme escritorio
negro cuando guerrera entró después de que tiporaro la acompañara hasta la puerta.
La sensación de déjà vu la atacó con fuerza. También tenía un escritorio
como ese en la Torre.


«Si te tumbara sobre mi escritorio e introdujera
mis dedos dentro de ti en este mismo momento, creo que descubriría algo muy
diferente.»


Poderoso levantó la vista en ese instante, y sus ojos ardían con una inequívoca pasión
sexual que demostraba que sabía muy bien lo que ella estaba pensando. guerrera enfrentó esa mirada, cerró la puerta y se acercó a él con pasos lentos,
decididos. En lugar de detenerse al llegar a la superficie de granito, se enca­ramó
encima, apartó los papeles que estaban en su camino, bajó las piernas
por el otro lado y las separó para encerrar al arcángel entre ellas.

Poderoso colocó las manos sobre sus muslos.


—Otra vez vienes a verme con pesadillas en los
ojos.


—Sí—dijo ella, que enredó las manos en su
cabello—. He venido a verte. —Confiaba en él como en nadie más.


Poderoso le dio un apretón en los muslos y la
acercó en un despliegue de fuerza que aceleró el corazón de guerrera El Maspoderoso
de Nueva York era peligroso ese día.

Ni idea..