Bienvenidos al 66 de la calle Star.

En el ático vive Katie, jefa de relaciones públicas de una discográfica, que pasa sus días lidiando con estrellas del rock venidas a menos y pensando cuánta tarta de queso necesitaría comer para suicidarse.

Debajo de ella, comparten piso dos polacos musculosos y una taxista más lista que el hambre. La conductora se llama Lydia y además de una lengua afiladísima, tanto como su cerebro, también tiene sus debilidades.

El primer piso lo habita Fionn, un jardinero que prefiere la compañía de las coliflores a la de las personas. Tiene el aspecto de un príncipe de cuento y, cuando le ofrecen presentar su propio programa en la televisión, siente que lo arrojan de repente al punto de mira de millones de personas.

En la planta baja residen Matt y Maeve, unos tortolitos enamoradísimos que evitan la desesperanza regalando favores a diestro y siniestro.

Un misterioso visitante acaba de aterrizar en el número 66 de la calle Star y con él llegarán muchos cambios. Secretos antiguos están abriéndose paso hacia la superficie en un camino que pasará por el amor, la tragedia y un optimismo inesperado. La vida de los vecinos de este edificio cambiará para siempre….

Se narran cuatro historias diferentes, las que corresponden a los cuatro apartamentos y a sus habitantes. Al principio son historias claramente independientes donde se mezclan el dia a dia de varios personajes con flash-backs sobre sus pasados, pero llega un momento en el que el círculo se va estrechando y un hecho inesperado los unirá a todos.

Éste libro tiene la particularidad de que cada capítulo está dedicado a una de las historias, por lo tanto pueden pasar algunos capítulos hasta que se vuelven a tener noticias del resto de personajes y unos son más interesantes que otros, pero también es cierto que son capítulos cortos.

La novela se inicia cuando un extraño personaje llega para producir cambios en sus vidas y a lo largo de la historia se va descubriendo quién es el narrador, que además va aportando sus propias opiniones y conclusiones con mucha grácia.

Mi personaje favorito ha sido Katie. Es una mujer fuerte pero dulce, aunque la crisis de los cuarenta la hace sentirse insegura. Al mismo tiempo que se pregunta si su relación con su novio, Conall, llegará a alguna parte vamos conociendo como empezó su relación con él y los problemas que tiene con su madre.

Andrei y Jan son dos polacos jóvenes que añoran su país y comparten piso con Lydia, una taxista sarcástica a la que tienen auténtico terror. Le alquilaron el piso pensando que al ser chica se encargaría de la limpieza pero nada más lejos de la realidad, Lydia no se deja mangonear, incluso me daban pena los dos pobres polacos por el terror que le tienen a Lydia, ni siquiera quieren encontrarse con ella. Pero Lydia tiene sus propios problemas y usa su sarcasmo como modo de autoprotección.

Jemima trabaja como vidente con la intención de ayudar a la gente y vive sola con Rencor, su perro, pero recibe la visita de su hijo adoptivo, Fionn. Fionn es un hombre atractivo que vive en un pueblo alejado de la civilización, es un hombre mujeriego y enamoradizo que ha sido contratado para presentar un programa televisivo sobre jardinería.

Matt y Maeve en un primer momento dan la impresión de ser una pareja muy enamorada, y lo son, pero también tienen un comportamiento extraño para un matrimonio reciente, sólo salen de casa para ir al trabajo y el resto del tiempo no se mueven del sofá. A través de los recuerdos conocemos cómo se enamoraron, su boda, su luna de miel; y a medida que avanza la historia se va vislumbrando el motivo de su comportamiento.

Para acabar de definir sus personalidades aparecen familiares y amigos de todos ellos, que nos ayudan a conocer y entender mejor a estos personajes tan dispares a los que se les va cogiendo cariño y casi todos sufren una evolución.

Es una historia conmovedora, bonita, pero en ocasiones también dura. Se mezclan el drama y la comedia en las vidas de los habitantes del 66 de la calle Star, es un recorrido por el pasado y el presente para acabar con un mensaje positivo y optimista. Si alguien pensaba encontrar la típica novela de chick lit con una trama y unos personajes superficiales, éste no es el caso. Son unos personajes muy humanos que luchan contra problemas muy reales, que sufren y sienten. Es una novela intensa, sufres y te emocionas con ellos, también te alegras por ellos. Y el estilo de narrar las historias por separado hace que se lea muy rápido.

El final me ha gustado mucho, después de los hechos que suceden, de pasar por la tración, el crimen, el amor, el deseo... el desenlace es muy bonito y un canto a la esperanza y las segundas oportunidades. Sobre todo me ha gustado cómo acaba la historia de Katie, que como he dicho ha sido mi historia favorita.

Es el primer libro que he leido de Marian Keyes y la experiencia ha sido muy buena, el narrador y el final han sido lo mejor de la novela, además de lo rápido que se lee, casi sin darte cuenta.