SINOPSIS
«Mi mundo cambió en el instante en el que pisé el instituto Katmere. Aquí todo resulta extraño: la escuela, los alumnos, las asignaturas; y yo no soy más que una simple mortal entre ellos, dioses... o monstruos. Todavía no sé a qué bando pertenezco, si es que pertenezco a alguno, sólo sé que lo que parece unirlos a todos es su odio hacia mí.

Pero entre ellos está Jaxon Vega, un vampiro que esconde oscuros secretos y que no ha sentido nada durante un siglo. Algo en él me atrae, apenas lo conozco, pero sé que hay algo roto en su interior que de alguna manera encaja con lo que hay roto en mí. Acercarme a él puede significar el fin del mundo, pero empiezo a sospechar que alguien me ha traído a este lugar a propósito, y tengo que descubrir por qué.»
 
RESEÑA
Después de ver a mucha gente enganchada a esta serie de Tracy Wolff decidí probar suerte y leer el primer libro.
La historia trata de Grace que, tras perder a sus padres en un accidente, se traslada a Alaska, a un instituto exclusivo que dirige su tío y en el que también estudia su prima.
Conocerá a un grupo variado de estudiantes, entre los que se encuentra Jaxon, el chico popular, respetado y temido por todos.
Poco a poco Grace se irá dando cuenta de que no todo es lo que parece y que puede estar en peligro entre esos extraños.

Jaxon demostrará un interés obsesivo por deshacerse de ella primero y por protegerla después y poco a poco se irán desvelando los secretos que llenan los pasillos de la misteriosa escuela.
Me han gustado especialmente el personaje de la prima y el tío, cálidos y cariñosos. Jaxon es ese protagonista que solemos amar en la novela juvenil de tinte paranormal y tiene un pasado trágico que lo ha marcado, además de una naturaleza un tanto especial.

Grace encontrará refugio y protección a su lado, mientras desentrañan una conspiración que no solo amenaza la vida de nuestra heroína, sino de la humanidad.

Un desenlace esperable con una sorpresa al final, que yo no vi venir.

Me ha parecido una lectura agradable y rápida, recomendada a quienes deseen refrescar un poco el paladar antes de pasar a otro tipo de lectura.