5 Estrellas. Admito que no daba nada por este libro, intento no fiarme mucho de las críticas de Best-Sellers porque siempre huelen a podrido, creo que esperaba algo del estilo “Cariño, cuánto te odio”, pero me alegro de haberme equivocado de cabo a rabo porque éste libro me ha encantado. Supongo que porque no esperaba que me gustase tanto es por lo que iba con bajas expectativas.

Aparentemente “Piso para dos” no tiene nada del otro mundo, es una historia simple pero que con toda su sencillez la autora ha conseguido engancharme a ella capítulo a capítulo. Es un libro entretenido, divertido, enérgico, lleno de anécdotas y con una historia romántica interesante. Imagino que la autora quiso hacer algo parecido a “Bridget Jones” pero éste libro me ha parecido mucho mejor.

Tenemos la historia de Tiffy y Leon y sus circunstancias nada particulares. A Tiffy acaba de dejarla su novio Justin, un manipulador follonero que la tenía absorbido el seso, pero Tiffy trabaja en una línea editorial de poco éxito y menos dinero, y necesita rápido un piso lo más cercano a su trabajo en el centro de Londres y lo más barato posible. Así que cuando ve el extraño anuncio del piso de Leon, no se lo piensa.

Leon es un enfermero de cuidado paliativos con el extraño horario nocturno, también anda corto de dinero y vive sólo en su diminuto piso ¿Por qué no alquila su parte del apartamento para que otra persona lo ocupe las horas en que él está en el trabajo?

Ahí es donde tenemos los slogans de la portada: “Tiffy y Leon comparten cama”, “Tiffy y Leon no se conocen”, porque es verdad que durante la primera mitad de la novela, los protagonistas no se ven las caras, el apartamento sólo tiene una cama de matrimonio, y ambos hacen uso del apartamento y de la cama cuando el otro no está. Extraña e ingeniosa manera de compartir apartamento, pero que ha supuesto las delicias de los lectores.

La autora maneja la comedia de una manera admirable prácticamente desde el principio, empezando por las divertidas notas que Tiffy y Leon se dejan en la encimera de la cocina, o en el cuarto de baño. Durante los primeros meses de convivencia así es como ambos se irán conociendo, hasta que llegue el gran momento en que uno pille al otro en la casa.

La trama se complicará mucho más cuando entren en escena los amigos entrometidos de Tiffy, su exnovio manipulador y acosador, los pacientes de Leon, e incluso Richie, el hermano de Leon, preso en la cárcel por una falsa acusación. Todo, absolutamente todo, ha aportado su granito de arena para soportar la acción y ha sido maravilloso.

Quizás al inicio de la novela me costaba más pillarle el tranquillo, pero eso es normal hasta que te haces con el estilo de la autora. El libro tiene muchísimos capítulo y son muy cortos, cada uno contado en primera persona por Tiffy o Leon. Han sido los capítulos de Leon los que se me han hecho más incómodos porque casi parecían un monólogo, la distribución de diálogos me ha parecido algo caótica, pero eso fue sobre todo al principio. Por suerte solo fueron los primeros capítulos los que hicieron que me costase meterme en el libro, pero cuando llevas cien páginas, funciona sólo y es un no parar.

De modo que libro aprobado con muy buena nota, y agradecérselo a mi mejor amiga por habérmelo regalado, ha merecido la pena.