4 Estrellas, iba a darle algo menos pero el final me ha convencido. Hace unos meses empecé la serie de las Herederas Americanas, lo primero que leo de Julianne MacLean y me ha sorprendido muy gratamente, echaba de menos leer buen romance victoriano.

“Mi héroe privado” es el tercer libro de las hermanas Wilson, que dejaron su América natal, con dotes estratosféricas cazando maridos nobles ingleses y arruinados. En ésta novela tenemos a la menor de las hermanas, Adele, aquella que recibía cartas en libros anteriores. Adele siempre fue la hermana buena, la correcta, la que nunca hacía ni decía nada intachable. Pero para Adele existieron dos realidades, una la de su infancia, cuando eran pobres y vivían en una cabaña, y la otra, desde que su padre hizo dinero y viven con todo lujo en Nueva York. Adele era realmente feliz en su infancia, pero esto se trocó en su juventud cuando le tocó entrar en la realidad de la alta sociedad neoyorquina, donde podían ser tan estrictos y snobs como cualquier aristócrata inglés.

En su libro, Adele no iba a ser menos que sus hermanas, y no iba a resignarse en casarse con un americano, cuando sus dos hermanas mayores estaban felizmente casadas con aristócratas ingleses. Cuando empieza el libro, Adele está prometida con Harold, un vizconde inglés al que conoció en Newport. Su conciencia le dice que Harold es el marido perfecto y correcto y ella realmente quiere casarse con él. Su travesía en barco al llegar a Inglaterra tuerce los planes que tenía hechos cuando es secuestrada y retenida prisionera.

¿Y quién rescata a Adele? ¿Su noble prometido? No, sino Damien Renshaw, el primo de Harold. Damien y Harold crecieron como hermanos, son los mejores amigos, se respetan y se quieren como sólo dos hermanos podrían, pero Harold siempre ha sido el de débil carácter, más interesado en sus experimentos que en la gente de verdad, de modo que lo raro era que Harold se enamorara de una americana y decidiera desposarse. En cambio, Damien siempre fue un calavera, la prematura y trágica muerte de sus padres cambió su percepción del mundo y de las relaciones, sobre todo amorosas, sus amantes no le duran mucho y está claro para la sociedad que es todo un disoluto.

¿Qué habría de pasar? Que Adele acaba teniendo la aventura que sus hermanas querían que tuviera, y conocer a Damien hará que Adele se plantee los planes de un futuro perfecto viviendo en Osulton Manor.

Desde el principio, Adele no quiere traicionarse así misma y desea casarse con su prometido, pero lo que siente por Damien es tan real y ardiente que no puede olvidarlo. Cada vez que Adele conoce más a Harold, más cuenta se da de que no conectan y que con él no puede ser feliz, pero ¿Será feliz con Damien? De ninguna manera, la fama de Damien de libertino es conocida en todas partes, y si algo quiere Adele tras pasar por su aventura y conocer a Damien, es amor y pasión en su matrimonio, quiere lo que tienen sus hermanas, y con Damien no podría tenerlo porque no confía en las mujeres, y menos en ella misma, que ha traicionado a su prometido con Damien, su primo. Además, Damien está sin blanca y le persiguen los acreedores, ni siquiera su pobre título de barón sirve para nada y sabe que él solo se casaría con ella por su dinero.

El libro pasará por una serie de avatares que mantendrán al lector en tensión, también por algunas escenitas subiditas de tono, pero muy bien llevadas y por un argumento interesante que se mantiene hasta el final de la trama, que ha sido muy acertada.

Lo que más me ha chirriado del libro es el secuestro, porque la verdad que no pega nada, imagino que la autora lo metió para que los protagonistas se conocieran de una manera original y pudieran pasar unos cuantos capítulos juntos fraguando su relación. Y si critico este punto es porque no sabemos quién la secuestró ni por qué. De repente Adele está en un barco llegando a Inglaterra, y en medio de una tormenta alguien se la lleva y la secuestra, pero no se sabe quién ni para qué. Lo lógico sería pensar que alguien “conocido” la secuestrara sabiendo que es una heredera americana y pidiera un rescate por ella, pero no se ve ni sabe absolutamente nada de ello en el libro. ¿Y cómo dio Damien con ella? Tampoco se sabe. Así que el inicio ha sido rocambolesco e inverosímil, y si la autora no pudo sacar jugo de ello al final del libro, ni una trama sobre el por qué, no ha servido para nada, el secuestro sobra y ha quedado mal.

A parte de ello, el libro ha estado la mar de entretenido, y sobre todo llegando al final lo he disfrutado muchísimo. Gracias a éste libro sé que el próximo será el de Lily y Whitby, así que ya los tengo más ganas.