2 Estrellitas. Ha sido un libro bastante sosete, y que no ha aportado mucho al género, ideal para leerlo en la playa y sitios así, que es lo que he hecho. Aunque ha estado entretenido, no he podido destacar mucho en positivo de ésta novela, salvo que me ha parecido bastante aburrida.

No sabía lo que iba a encontrarme, porque "Juego de engaños" es el tercer libro de una serie, y sí, no suelo leer los libros salteados, pero con Harlequin suelo ser más permisiva, y la verdad, el libro me costó solo 3€ y los anteriores no los tengo.

Como no he leído los anteriores, no conocía a los protas, ni a los protagonistas de las primeras novelas. Aquí tenemos la historia de Lucas y Christina. Lucas es el hijo bastardo de una princesa rusa y un noble escocés, que ha tenido que lidiar toda su vida con el estigma de lo que es, ser de una clase social a la que no pertenece, e igualmente no querer estar a la altura de los que le rechazan. Ahora es un hombre hecho a sí mismo y dueño de un club de juego en Edimburgo.

Christina es la hija mayor de un duque escocés. Perdió a su madre cuando estaba comprometida, y al fallecer esta su vida cambió, a petición de su padre, tuvo que asumir el rol de su madre, ser la dueña de su casa, y cuidar de sus hermanos menores, y por ello tuvo que sacrificar su felicidad junto al hombre que amaba. Ahora tiene 33 años y es una solterona sin esperanzas de futuro, salvo lo que siempre se ha sabido de ella. Aunque en su vida pública es la perfecta dueña del castillo, en la intimidad es también quien cuida de todo el clan, pues es la líder de una banda de contrabandistas de whisky; personas que destilan su propio whisky ilegal para no pagar las abusivas tasas que les impone el gobierno inglés.

La historia empieza cuando Lucas descubre lo que le pasó a su hermano Peter, él era el menor, el legítimo, y el heredero del principado ruso. Peter viajó a Escocia para conocer a su hermano mayor, y también su país, pero una estancia en el castillo de Kilmory, fue lo que puso a Lucas sobre aviso, Peter falleció en las tierras de Kilmory, y Lucas está convencido de que alguien en el castillo sabe lo que sucedió, y todo parece apuntar a la banda de contrabandistas que lidera Christina, así que, disfrazado de plebeyo, se hará pasar por un criado en busca de trabajo en el castillo, para poder investigar el asesinato de Peter.

Lucas estaba convencido de que encontraría las pruebas suficientes para saber qué ocurrió, pero cuando conoce a Christina, la hija mayor del duque de Forres, la solterona en la que nadie se fija, querría creer que ella tendría las respuestas, pero nada más lejos de la realidad, cuando conozca a la verdadera mujer que se esconde bajo el recato de una solterona.

Pues aunque éste argumento sea bastante tópico, podía haber tenido mucho más interés en la pluma de otra escritora, pero a mí se me ha hecho sosete y aburrido. Quizás no sería el mejor momento en que lo he leído, pero la verdad que no puedo sacar mucho reseñable de él salvo que es una novela prescindible, para pasar el rato y que entretiene lo justo cuando no tienes otra cosa más interesante que leer. Por mi parte, creo que la olvidaré al poco de haber acabado esta reseña.

No son muchos los libros que he leído de Nicola Cornick, quizas éste sea el segundo o el tercero, pero la verdad, no creo que sea una autora a la que recurra mucho más, salvo que tenga algo interesante que me llame la atención.