La joven Morgan Winter ha logrado dejar atrás su terrible pasado, marcado por la brutal interrupción de su inocencia: en la décima Nochebuena de su vida había encontrado los cadáveres de sus padres brutalmente asesinados. Morgan vuelve a sentir el antiguo terror cuando se produce un giro en el caso y el presunto criminal sale de prisión. Pero ya no es una niña indefensa, y al darse cuenta de que el verdadero responsable ha estado libre durante todo este tiempo, contrata a Pete Montgomery, el ex policía – hoy investigador privado – que dirigió el caso, para encontrar al autor del horrible acto que arruinó su infancia. Monty cuenta con la ayuda de su hijo Lane, un intrépido fotógrafo que se acerca peligrosamente a la verdad... y a Morgan. El tórrido romance que surge entre ambos se enlazará con las investigaciones para descubrir al verdugo que acecha en las sombras y que será capaz de todo para que su secreto siga bien enterrado.

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Cuarto oscuro es una historia muy bien escrita y que te hace meterte de lleno en la historia desde el principio. Un relato realista y bien estructurado que se nos va haciendo más y más visible según se desarrolla la historia, y que nos hace avanzar en el caso al mismo paso que el investigador Pete Montgomery.

La protagonista principal Morgan Winter, dirige una agencia de parejas de alto standing, es decir, una agencia de citas para ricos que ansían buscar una pareja pero que carecen de tiempo. Para cualquiera de sus clientes parece una mujer normal con una vida normal, pero nada más lejos de la realidad. La vida de Morgan cambió la Nochebuena en la que contaba con tan solo diez años. Aquella noche encontró los cadáveres de sus padres brutalmente asesinados. Totalmente traumatizada, tan solo el inspector encargado del caso Pete Montgomery logró llegar a ella y sacarla de su estado de shock. Por eso, cuando diecisiete años después se descubre que el asesino que fue condenado por sus muertes era en realidad inocente, Morgan decide que debe ser Pete, que nunca quedó realmente satisfecho por la resolución del caso, quien debe investigar lo que pasó entonces y hallar finalmente al verdadero culpable.

Pete nunca ha olvidado a aquella niña que, como un cachorro abandonado, le entregó su absoluta confianza en la peor noche de su vida. Por eso al descubrir que el asesino de sus padres sigue vivo y en libertad, acepta el caso dispuesto a dar a la mujer en la que Morgan se ha convertido, la tranquilidad que no pudo darle de niña, poniendo al culpable entre rejas. Para ello se valdrá de todo y todos cuanto puedan ayudarle para resolver el caso. El pedirle ayuda a su hijo Lane, un especialista en tratamiento de imágenes, es, por tanto, una decisión totalmente lógica.

Para Lane el ayudar a su padre es siempre un placer. Su trabajo en la investigación es encontrar las pistas visuales en las fotos del caso, valiéndose de sofisticadas tecnologías digitales, que le permiten ver cosas que años antes no se habrían podido apreciar en las imágenes. Pero cuando Lane conoce a Morgan, todo el asunto empieza a volverse de lo más personal. Y cuando alguien parece amenazar a la mujer de la que se está empezando a enamorar, no dudará en hacer lo que sea necesario y en utilizar todas sus fuentes, para resolver el misterio y poner a salvo a Morgan.

Una vez más, Andrea Kane ha escrito una historia fantástica y llena de intriga. La historia nos permite seguir el caso paso a paso, y nos da una clara idea de como se lleva una investigación de este tipo. Pese a que la historia romántica se encuentra inevitablemente en segundo plano, está muy bien llevada.

Todos los personajes, tanto los principales como los secundarios, tienen mucha fuerza y está perfectamente descritos, lo que facilita la compresión de la historia.

En resumen, un buen libro que merece la pena leer.

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