4 Estrellas. Si tuviera que definir con una sola palabra éste libro, sería “Fascinante”, porque eso es lo que me ha parecido durante los últimos capítulos del mismo, que han sido decisivos para saber qué ocurriría con la situación de Mark Watney.

Antes de nada, decir que no he visto la película, de modo que no sabía qué iba a encontrarme en éste libro. Por otro lado, no soy lectora de ciencia ficción, así que no tengo nada con que compararlo, y si me animé a leerlo ha sido debido a un reto literario en que había que leer un libro de éste género.

Por partes diré, que si no le he dado las 5 estrellas, a pesar de todo lo que me ha gustado, es porque algunas partes se me han hecho algo densas, a la vez que toda la terminología de física y de química; lo siento, pero soy de letras y mi cabeza no puede procesar velocidades ni cálculos tan rápidos. Por otro lado, he dicho ahí arriba que no soy lectora de ciencia ficción, si no de fantasía, a mí lo que me gusta es la fantasía y la diferencio de la ciencia ficción en que ésta última no puede considerarse fantasía, si no que tiene premisas para contar cosas que pueden ser verdaderas o no, y aún así me cuesta creerlas más que la fantasía.

Ahora al libro. “El marciano” nos cuenta la solitaria y extraordinaria experiencia que vive el protagonista, Mark Watney. Diría que en nuestro mismo mundo contemporáneo (porque no veo que sea en un futuro muy cercano), el hombre ha llegado a Marte. Mark Watney se encuentra en una misión de exploración y reconocimiento, la Ares 3, junto con sus cinco compañeros; pero a sólo seis días de llegar a Marte en ésta tercera misión, ocurre una devastadora tormenta de arena que hace que Mark resulte herido, su traje no da signos de vida, y la comandante de la misión decide despegar y salvar al resto de la tripulación.

Sí, Mark resultó herido, pero por algún milagro, no está muerto. De modo que a partir de aquí el libro se convierte en un entretenido derroche de ingenio y positivismo, en que el lector es partícipe de las vivencias y experiencias de Mark. Cómo Mark debe sobrevivir, cómo racionar su comida, además de sacar a la luz sus conocimientos de botánica para poder cultivar un pequeño huerto de patatas y así no morir de hambre. También como almacenar los recursos de oxígeno y agua que necesita para sobrevivir en la base.

¿Y qué más? ¿Qué ocurrirá cuando en la Tierra se descubra que Mark no está muerto? Que se convertirá en una noticia viral, en la que los humanos no escatimarán en recursos para recuperar a éste astronauta que ha desafiado a la vida interplanetaria y no descansará hasta intentar regresar a casa.

Pues sí, éste libro me ha encantado. Lo empecé muy escéptica porque el género no me llama, pero “El marciano” está escrito con una soltura y sencillez (salvo las palabrerías científicas), que ha hecho que quedara atrapada a sus páginas sin parar de pasar capítulos.

Como libro ha sido muy entretenido y ameno, y si algo destaco ha sido el gran sentido del humor que derrocha el protagonista, que ha sido el verdadero motor para que éste libro funcione, además de su inagotable voluntad en una situación extrema no apta para cualquier persona.

He quedado muy, muy satisfecha y no creo que tarde mucho en ver la película; solo espero que sea la mitad de impactante o emocionante que el libro.