Mr. Fullservice

Autora: Ruby Storm Sello: La Cueva de Ellora Subgénero: E-rótica Fecha de publicación: Marzo 2009 PVP: 9€ Serie: Independiente

SINOPSIS

Maisy Collins, una mujer divorciada, tiene el síndrome del “nido-vacío”. Se encuentra celebrando su cuarentaiseis cumpleaños con un grifo que chorrea y un labrador amarillo. Hasta que Dean Martín, de la empresa Fullservice Fixit, entra por la puerta de su casa.

Se hace a la idea de que se pasará el resto de su vida limitándose a soñar con su espalda ancha y sus sexys ojos almendrados, pero cuál será su sorpresa cuando, cinco días después, aparece en el porche de la entrada con flores en la mano. Es el delicioso regalo sorpresa de cumpleaños de sus compañeros de trabajo. Sí, Maisy tiene una cita a ciegas con un tío mucho menor que ella. Pese a las dudas, Maisy descubre a la verdadera mujer que hay oculta en ella, la que iguala sin problemas la explosiva pasión de Don Servicio Completo hasta que los dos se quedan sin aliento y ansiando repetirlo una vez más… y otra… y otra.


¡Imagínate a Ruby Storm con el pelo en llamas! Sip, esa es ella cada mañana, cuando sale de la cama y se dirige a su despacho. Ruby da gracias al cielo por ser escritora a tiempo completo y cerilla sólo a tiempo parcial. Aunque esconde un cierto deje de bulldog por ahí: si le hinca el diente a algo no lo suelta hasta que funcione. A Ruby le encanta escribir, sencilla y llanamente. Tanto que apostó por ella misma y dejó su trabajo “profesional”, se sentó frente a un ordenador y por fin descubrió qué era lo que de verdad la hacía feliz. Sus historias Romantica para La Cueva de Ellora engloban muchos géneros: contemporáneo, futurista, paranormal, viaje en el tiempo e histórico. Todas las novellas de Ruby han recibido los mayors reconocimientos por su excelente forma de escribir. Puede que algunos piensen que la vida de una escritora es glamorosa y envidiable; esto es lo que Ruby tiene que decir al respecto: “¿Glamurosa? Pensad en mí con una sudadera y una vieja camiseta, justo debajo de mi flamante cabeza, escribiendo con una mano mientras con la otra apago las llamas. ¿Envidiable? La mayoría de las veces mi “nuevo” trabajo consiste en interminables horas de dedicación y un condenado trabajo duro, se me duermen las piernas de estar sentada demasiado tiempo y tengo una espalda que, por alguna razón, se ensancha por momentos. ¡Pero no cambiaría mi vida por nada del mundo!”