Daniel Mackenzie hace honor a la reputación de su escandalosa familia. Rico, poderoso, con talento... Las mujeres le adoran porque es inteligente y peligroso, pero también generoso y guapo... Un golfo en toda la extensión de la palabra.

Cuando conoce a Violet Bastien —una de las más famosas médiums de Inglaterra— tiene dos cosas claras: mademoiselle Bastien es un fraude y se siente locamente atraído por ella. Es posible que Violet no pueda contactar con el Otro Lado, pero tiene una habilidad especial para leer el interior de las personas que la rodean, por lo que enseguida se da cuenta de que Daniel es un hombre al que no podrá manejar.

Sin embargo, unas oscuras sombras del pasado acechan a Violet y amenazan con destruirla, obligándola a huir. Aunque no podrá deshacerse fácilmente de Daniel, quien está decidido a protegerla de todo menos de él mismo.

Sexto libro de la serie «Highland pleasure».

Ésta es la esperada historia de Daniel, al que prácticamente hemos visto crecer y convertirse en todo un Mackenzie, un hombre que hace honor a su apellido. La novela me ha gustado porque los personajes compensan cualquier punto débil de la historia, pero hasta la mitad del libro no he acabado de engancharme, porque en ocasiones se me hacía algo lenta. Pero Daniel y los Mackenzie consiguen sostener la trama y, a partir de una escena en concreto, la historia ha empezado a ponerse interesante y a gustarme más.

Jennifer Ashley tiene un estilo propio que transmite sensualidad y pasión, es un estilo que me gusta porque, además, sus novelas están muy bien escritas, trata con mucho cuidado en la ambientación y a los personajes.

Y esta historia no es una excepción, me gusta la afición de Violet y Daniel por el motor porque con sus inventos le dan un toque de «steampunk» a la novela.

Pero lo que más me gusta del libro son sus personajes, porque Jennifer Ashley ha creado a lo largo de la serie personajes memorables, inolvidables, muy bien descritos y definidos. Daniel es uno de ellos.

A Daniel le conocemos desde el principio de la serie, cuando era un pícaro adolescente que intentaba llamar la atención de un padre que le adora pero que no sabía cómo comportarse con él. Y ahora es un hombre que reúne varias cualidades de todos los Mackenzie y un gran protagonista que tiene todas las cualidades de un héroe romántico. Daniel es carismático y tiene muchas facetas distintas y aquí demuestra que, cuando se trata de honor y lealtad, el tranquilo Daniel también posee el famoso carácter de los Mackenzie. Después de eso todavía le he adorado más más.

Violet también está bien perfilada, ella es un enigma que Daniel quiere resolver, y va mostrando su corazón herido poco a poco. No es extraño que no confíe en la gente, que se pase la vida huyendo, pues lleva una carga pesada. En todas las novelas de esta serie hay un misterio que desvelar, pero aquí ese misterio es la propia Violet.

Al principio de la historia tenía la sensación de que Daniel podía aspirar a alguien mejor, pues Violet no ha empezado cayéndome especialmente bien. Y eso sólo puede significar que no hay mujer lo bastante buena para él, porque a Daniel no lo imaginaba con ninguna debutante. Pero, poco a poco, Violet me ha ido gustando más, a medida que iba abriendo su corazón a Daniel y mostrando su vulnerabilidad he ido sintiendo aprecio por ella..

Las escenas de amor están muy bien tratadas dadas las circunstancias de la relación, es poco habitual en esta autora que no haya escenas eróticas hasta bien avanzado el libro, pero es que si no no habría sido creíble. A pesar de que el romance queda un poco disperso porque se centra también en la faceta de médium de Violet. Por otro lado, lo que no me parece tan creíble es la reacción de Daniel y su afán por encontrar a Violet después de su primer encuentro.

La historia es bonita y muy tierna, aunque no acaba de despegar hasta la mitad de la novela, cuando se vuelve más emocionante y apasionada.

Sin duda, ese momento coincide con la aparición del resto de los Mackenzie, la relación que tiene Daniel con toda la familia y la que empieza a tener Violet con ellos me encanta. Es un placer ver a la familia reunida, con todos los niños, y provocan escenas fantásticas, capaces de emocionar o hacen sonreír.

El final me ha gustado porque quería ver feliz a Daniel, y también a Violet. Y es un final que esperaba pero que es romántico y dulce después de unas escenas llenas de acción y tensión.

Como historia no es mi novela favorita de la serie, pero eso se ve compensado por los protagonistas y algunas escenas con los personajes secundarios. Puede que no sea la historia de amor más emocionante de esta curiosa y maravillosa familia, pero me ha transmitido toda su ternura y dulzura.

Pese a que la primera parte del libro se me ha hecho un poco larga, la novela me ha dejado un buen sabor.