Ante la amenaza de un posible secuestro, el padre de Vega la obligó a salir de Madrid y volar a Londres, donde Martin Grant, que había sido miembro del cuerpo de seguridad de su padre, se ocupó de protegerla y esconderla. El atractivo Martin ocultó a Vega en un pueblo apartado de Escocia, haciéndola pasar por su sobrina.

Vega se fue sintiendo cada vez más atraída por el frío y misterioso Martin. Él, por su parte, sabía cómo protegerla del peligro, pero... ¿sabía cómo proteger su corazón de piedra de aquella jovencita inexperta?

Esta novela corta, de apenas de ciento sesenta páginas, narra una historia de amor entre dos personas muy distintas, aderezada con un poquito de acción. Tiene el inconveniente de la mayoría de relatos románticos, y es que da la sensación de que todo ocurre demasiado deprisa y no se profundiza en la historia tanto como nos gustaría.

Pero, dentro de lo que son los relatos cortos, es una historia entretenida.

Y, aunque creo que el argumento podía haber dado para una novela más larga, y lo digo tanto por la relación de los protagonistas como por la trama secundaria, el libro tiene un estilo ameno. A pesar de ser un relato, no me ha parecido un historia inverosímil por el hecho de que el romance transcurra en tan poco tiempo.

Sí me he creído la trama, pero no del todo a sus protagonistas. Y lo que menos me ha convencido es el carácter de Vega.

Los protagonistas se presentan de forma más bien superficial por motivos obvios, y es que no hay espacio para más profundidad. No he encontrado una química especial entre ambos, aunque sí me han ido gustando más a medida que iba avanzando la historia.

Para mí, el principal punto débil es la protagonista. Vega me recuerda a una Paris Hilton a la española: una heredera mimada, consentida y caprichosa. Más tarde se demuestra que no es tan cabeza hueca como aparenta, pero después de su comportamiento infantil me ha costado creerlo. No es una protagonista que me haya entusiasmado por su carácter porque, desde la primera escena, le he cogido un poco de manía. Vega es una niña pija que roza lo insoportable por momentos, con una actitud más propia de una adolescente que de alguien de su edad y sin demasiado sentido común. Además, me ha parecido bastante inconsciente, y su mezcla de ingenuidad y coqueteo no me ha convencido, me parecen dos facetas demasiado distintas para una misma persona, sobre todo para una persona tan inmadura.

Aun así, durante el epílogo me he dado cuenta de que le había cogido cierto cariño. Así que Vega evoluciona y ha acabado cayéndome más o menos bien al final, aunque no me haya parecido un personaje demasiado creíble.

Martin es un personaje de carácter muy distinto al de Vega, es un hombre misterioso, tanto en su vida privada como en sus actividades; y hermético, porque es una persona de pocas palabras y oculta muy bien sus sentimientos. Vamos, que es un tipo duro, un hombre de acción. Pero también es alguien de costumbres sencillas, y serio, pero con cierto sentido del humor. Por eso es un personaje más plano que Vega, es más maduro y tiene menos camino que recorrer, pero el halo de misterio que le rodea hace pensar que tiene secretos.  Es muy diferente a Vega, pero también sabe cómo tratarla para no ser uno más de los chicos a los que ella manipula. Es un personaje sobre el que se podía haber profundizado más, pero que no queda desdibujado si tenemos en el contexto.

La historia de amor está limitada también por la cantidad de páginas, pero no me parece inverosímil por ello. En cambio, sí me lo parece por los protagonistas, porque el personaje de Vega cambia demasiado en poco tiempo. Su actitud caprichosa ha hecho que no haya llegado a sentir empatía por ella, pero su historia con Martin es sencilla y romántica a pesar de que no me ha entusiasmado la diferencia de edad entre ellos. Es posible que si hubiera sido una novela más larga el comportamiento de Vega me hubiese acabado cansando y no me habría creído la trama, pero resulta una historia tierna.

En esta novela los personajes secundarios son testimoniales, no tienen demasiada importancia en la historia de amor aunque algunos son necesarios para que se den las circunstancias apropiadas, pero he tenido la sensación de que alguno se quedaba un poco colgado.

No tiene un final precipitado pero sí previsible y edulcorado, demasiado azucarado para mi gusto, pero también romántico y en el que se puede ver la evolución de los protagonistas. Una evolución marcada para Vega y una menos obvia para Martin.

Es una novela sencilla y con algunos toques de acción, corta pero entretenida. Me ha gustado más el personaje de Martin que el de Vega, que es una niña mimada y demasiado terca. Pero es un libro que se lee en un rato.