Sinopsis


Caelen McCabe era un joven temerario y enamoradizo que estuvo a punto de destruir a su familia por culpa de la traición de una mujer. Por eso ahora antepone siempre la lealtad que siente por los suyos a los deseos de su corazón, y accede a casarse con Rionna McDonald para evitar un conflicto entre dos clanes amigos.

Rionna se jura a sí misma que protegerá sus sentimientos de cualquier humillación. Pero las caricias de Caelen logran derribar sus defensas y pronto anhela desesperadamente el amor de su marido.

Valoración

Este tercer libro de la serie empieza donde quedó anteriormente la historia: con una boda, la de los protagonistas.

Tras ser plantada en el altar cuando estaba a punto de casarse con el hermano de Caelen, y después de haber sido anulado otro compromiso con otro de los hermanos, al fin se celebra la boda con un McCabe, una boda que es sólo un acuerdo entre clanes por acuerdo del rey.

Ambos protagonistas aceptan el destino que se les impone, aunque para ninguno de ellos es fácil.

Si algo me ha gustado de este libro es que, a pesar de contar con un argumento que para nada parece original, son sus personajes lo que lo diferencian y la hacen ser una buena novela que me ha hecho disfrutar con la lectura de principio a fin.

A pesar de ser una boda impuesta a un hombre que ha sufrido un gran desengaño amoroso que supuso la muerte de parte de su familia y de su clan, hace que le cueste dar su amor y confianza a Rionna pero es cuando ella consigue conquistarlo con su valentía y su lealtad cuando se producen las escenas más tiernas y  bonitas de la novela.

Caelen nunca quiso casarse después de la traición que sufrió por parte de la mujer de la que se había enamorado, y aceptar un matrimonio es lo último que se había propuesto y menos con una mujer como Rionna.

Rionna es un personaje fuerte, decidido y, sobre todo, no es la típica dama que cabría esperar por ser la hija de un laird. Por el contrario, su vida ha sido difícil y dura, y eso la ha hecho actuar más como si de un chico se tratará, entrenándose para el combate con los soldados como uno más, lo que hace que las dificultades en su matrimonio aumenten cuando Caelen quiere que actúe como señora del castillo y olvide todo lo que ha sido hasta ese momento.

Ella sabe que no es la clase de esposa que cualquier marido espera y, después de haber sido rechazada por los hermanos de Caelen, acabar casada con éste como última opción no es precisamente lo que esperaba. Ella siempre ha querido encontrar un marido que la entendiera y respetara su forma de actuar, comprendiera su pasión por la lucha y las armas, algo que en esa época es prácticamente imposible de tolerar en una mujer y mucho menos en una dama.

Sin embargo, ambos intentan hacer de su matrimonio una buena unión y en el día a día van superando las pruebas a las que el destino los somete, y mientras se van conociendo y cogiendo confianza en su relación la lucha con sus enemigos da acción e intriga al desarrollo de la historia, hasta llegar a la parte final que me ha parecido muy buena, donde Rionna y Caelen demuestran su amor, pero también es la mejor oportunidad que tiene Rionna para demostrar la clase de mujer que es, decidida y valiente que no duda en arriesgarlo todo, incluso su vida por lo que de verdad quiere.

Una novela muy recomendable, de la que he disfrutado con una verdadera historia de amor que ha conseguido convencerme y hacerla creíble.

Con un ritmo adecuado, ambos no se enamoran nada más verse, sino que su historia se va desarrollando a lo largo de la novela partiendo de la aceptación de su matrimonio y de que a pesar de que ninguno se hubiera casado con el otro por propia voluntad, intentan hacer que su unión sea duradera en una lucha de voluntades donde los dos tienen que ceder y poner de su parte para encontrar el equilibrio en su relación que les permite llegar a ser esa pareja casi perfecta de enamorados.