3'5 Estrellas, pero le doy las 4 porque ha sido una grata sorpresa. Lo cierto es que no esperaba nada del libro, más allá de que me entretuviera, pero me ha gustado mucho más por otros motivos, está bien escrito y bien narrado, y la verdad es que engancha y se lee en un suspiro. Cuando lees una novela y sientes que no avanzas... malo, pero cuando empiezas otra y ves que en un rato te has ventilado medio libro, es otra, y esto último es lo que me ha pasado con "El amor del pirata".

No es que sea una gran novela o una gran historia, no es más que un harlequin histórico, con sus tópicos y a pesar de todo no profundiza demasiado en la trama, y para mi gusto el desenlace ha sido demasiado rápido y evidente. Pero ha tenido algo, me ha enganchado, me ha gustado la historia y los personajes, y en general creo que ha funcionado bastante bien.

La historia transcurre a mediados del siglo XVII, una época que creo está poco explotada en el romance histórico. Inglaterra ha pasado por el régimen de Oliver Cromwell y Carlos II ha vuelto como rey para instaurar de nuevo la monarquía de los Estuardo. Su protagonista es Olivia, la hija de un modesto profesor de Oxford, una joven sencilla y culta, que no ha tenido una vida más excitante que la de vivir en su pequeña ciudad; pero la tragedia acaba de visitarla, sus padres acaban de morir en un accidente, y ella debe abandonar su hogar e irse a vivir con su cruel tía y sus despreciables primos que no la quieren en su hogar. Tras una desagradable escena con su primo Wyatt, Olivia consigue escapar y encuentra empleo como institutriz en la mansión Blackthorne de Cornwall.

Lord Quenton Stamford es un hombre con un oscuro pasado, solitario, y huraño. Acaba de volver de Jamaica, y trae con él a Liat, un chiquillo del que se dice, es su hijo bastardo. Quenton no sabe qué hacer con el muchacho, así que lo mejor es contratar a una niñera o institutriz para que se encargue de él y lo eduque. Lo que menos pensaba Quenton, es que se fijaría en ésa joven deslenguada y desafiante, y por mucho que Quenton no quiera volver a enamorarse, estar con Olivia pondrá su mundo patas arriba.

Una visita del rey a la mansión Blackthorne, será decisiva para que el romance arranque, pues se descubrirán una serie de secretos que no debían haberse desvelado, y la trama esconderá muchas más cosas que tendrán al lector intrigado. 

Quizás lo que más me ha gustado de la novela es lo rápida que se lee y lo fácilmente que engancha, pero también me han gustado mucho sus personajes, sobre todo el pequeño Liat ¡Cómo me ha gustado ése criajo, qué rico es! Lo que menos, que quizás el título de la novela pueda confundir, pues de Quenton el pirata realmente se ha visto muy poco por no decir nada, así que no nos engañemos, no estamos ante una historia de piratas donde los protagonistas se pasan más de medio libro en un barco, no; toda la novela transcurre en una sombría mansión junto a unos acantilados.

Así que, como éste libro me ha convencido, y el estilo de la autora también, estoy segura de que volveré a leer algo suyo.