El límite de la tentación - Eve Berlin

Género: Contemporáneo, Erótico
Publicación: 19 Septiembre 2013
Sello: Roca / Terciopelo
Serie: 3º El límite

Sinopsis

¿Qué pasa si te dejas caer por el precipicio al pozo de la tentación?

Mischa Kennon es una luchadora nata y pocas cosas la harán sucumbir, esto es hasta que conoce al muy sexy Connor Galloway, un irlandés de ojos verdes con un aire autoritario que es irresistible. Mientras que ejerce sus labores como dama de honor de su mejor amiga, Mischa se mete en una relación poco seria con Connor. Y se verá sorprendida por el dominio que él ejerce sobre ella y que le hace desear más y más batallas desenfrenadas antes de la rendición total.

Todo es un juego en el Club de BDSM La cúpula del placer, hasta que Mischa empieza a darse cuenta de que Connor también podría acabar por dominar su corazón.

Si cede a su deseo, ¿será imposible de dominar o le abrirá los ojos a un tipo de amor que jamás pensó posible?


Tercera y última entrega de esta trilogía, que ha tenido sus altibajos. Si el primer libro me gustó, y el segundo no me dijo nada; este tercero ha sabido estar a la altura o, por lo menos, no me ha defraudado tanto como podría haber sido el caso.

Cuando comencé el libro no podía ubicar muy bien a los personajes. Mischa no me sonaba, hasta que no se sabe que es la amiga de Dylan, la que escribe relatos eróticos, no he caído en quién es este personaje. Con Connor ha sido peor, pues simplemente no lo ubico. Dicen que es amigo de Alec y Dante pero, sinceramente, no lo recuerdo, tendría que echar un vistazo a los dos primeros libros para ver dónde sale Connor.

Mischa es una joven con un pasado que la ha llevado a convertirse en una mujer totalmente independiente, controladora y, sobre todo, con las cosas claras. No quiere complicaciones con los hombres, pues su mayor prioridad es su negocio. Es muy desinhibida y con los hombres es la que marca el ritmo, la que tiene el control. Ha hecho sus pinitos en el mundo BDSM, pero no ha sentido ninguna conexión en esos encuentros.
Con Connor sabe que el juego es más duro, más real y, por lo tanto, más excitante; y está decidida a experimentarlo durante el tiempo que dure lo que tienen.

Connor es un dominante que lo lleva un poco más allá, pues no sólo es dominante en el sexo. Para él es básico tener el control, sobre todo sobre sí mismo y sus emociones.
Con Mischa no es como con las demás mujeres, quiere jugar duro, llevarla al límite una y otra vez. Nunca se cansa de ella, de su respuesta a lo que él le hace, de cómo se siente estando con ella, dentro de ella. Pero también hay temor. A sus sentimientos, a perder el control de la situación y hacerle daño a ella.

La relación va a toda velocidad. Desde el primer momento, el deseo se dispara entre ellos y ya sólo tienen ganas de jugar, darse placer o, simplemente, estar juntos.
Pero los dos tienen miedo de lo que sienten estando juntos, en lo que se está convirtiendo su relación; huyen de los sentimientos, no saben afrontarlos, no quieren reconocer lo que sienten el uno por el otro. Y la relación, pese a que el sexo entre ellos es cada vez más fantástico, se complica cada día más.

Como novela erótica que es, está llena de escenas de sexo. Aquí, menos mal, han subido un poco más de tono y vemos cosas un poco más fuertes. Tampoco mucho, pues sigo pensando que el Club Pleasure Dome da mucho juego y la autora no ha sabido, o no ha querido, sacarle el máximo partido. Pero Connor sabe sacarle jugo a las escenas y, aunque no me ha mostrado nada de lo que no haya leído ya, sí que me ha convencido.
Por otro lado, pienso que son demasiadas las escenas de sexo. No pienso que estén fuera de lugar, pero sí que se me han llegado a hacer un poco cansinas.

Me ha gustado ver a los protagonistas de las dos primeras novelas. Ver cómo les va a personajes de los que ya he leído siempre me gusta, cómo su relación va avanzando.
Con este libro cerramos una trilogía que, aunque no es una de las que voy a recordar eternamente, me ha hecho pasar un buen rato que, al fin y al cabo, es lo que siempre buscamos cuando leemos una novela.

Gracias por la crítica.