PUNTO DE VISTA DE LOR

Esta noche puede casi matarte.

—¿Quién soy? —demanda la rubia arrodillada entre mis piernas.
Necesito venirme tan mal que duele.
Se la respuesta que quiere. Quiere que la llame “Ama”. Como si fuera la dominante. Ya ha tratado de hacerme decirlo dos veces, deslizándolo como si pensara que no lo notaría por todo el asunto alucinante que ha estado haciendo con sus labios y lengua y ese deslizamiento perfectamente ejecutado con los dientes que tan pocas mujeres dominan al darte sexo oral.
Está perdiendo el tiempo. Nunca va a pasar. No hay un solo hueso de sumiso en mi cuerpo. Soy el alfa desde la jodida médula.
Jalo su cabeza de mi entrepierna y le sonrío hacia abajo. Rubias cachondas y calientes son moneda común en el Chester. Los disturbios podrían haber saquearan Dublín el último Halloween y que el asesino congelante casi habérselo traído abajo por un tiempo, pero se está reconstruyendo rápidamente. La gente había estado inundando y reasentándose en ambos lados del río Liffey, atraídos por el deshielo, el poder restaurado y los suministros, pero casi todos por el desfile sexual insaciable de Fae que llenaban los bares y pistas de baile del 939 de Rêvemal Street cada noche de la semana, cazando amantes humanos. El más caliente y más mortífero nightclub en Dublín es el más grande, el mejor y más malo de todos: El Chester es la Central del Pecado, si lo quieres, lo tenemos.
—No eres así de buena, cariño —destello una sonrisa hacia ella. Mi comentario garantizaba achispar una de dos cosas: O se levantaría y saldría enojada, o me lo haría incluso mejor.
Y sabía por su confidencia; y el hambre con la que me había estado mirando toda la noche, que no se iría.
Rió y pasó su lengua sobre sus labios para ponerlos incluso más húmedos y brillantes con la saliva y la pre eyaculación. Me recuesto contra el escritorio de Ry, mirando hacia adelante su rendimiento amplificado, mirándola, vigilando el club a través del piso de vidrio bajo mis botas, amando la vida. Mientras las mujeres caminen en esta tierra, seré un hombre feliz. Si siquiera se hacen escazas, estoy acabado. Iría en busca de K’Vruck.
Chaquea la cabeza de mi miembro y entonces cierra su boca sobre él en un largo y perfecto deslizamiento todo el camino hasta la base… haciendo alguna clase de arremolinamiento, entonces una intensa succión de regreso hacia afuera.
Casi me tambaleo.
Hijo de perra, ella es buena.
Tiene sus manos en mi trasero, su rostro hundido en mi entrepierna, mi miembro está en su garganta y soy un jodido volcán a punto de explotar. El problema es, que es estado listo por unos buenos veinte minutos, pero siempre que me acerco, ella lo mezcla y lo empuja fuera de mi alcance. Lo que era inicialmente excitación, se ha convertido en un dolor en el trasero. Sin mencionar las pelotas. Estoy empezando a pensar que podrían romperse. Estoy goteando sudor y ni siquiera soy el que está haciendo el trabajo, aunque estoy esperando para bajar y hacerlo. La mujer tiene un cuerpo malditamente bueno.
Tomo su cabeza en mis manos y trato de mover su boca en mí de la forma que quiero.
Ella se resiste con una risa ahogada.
Saco su boca de mí y ella mira hacia arriba, sonriendo. Toma mi aliento en un segundo. Su cabello es un lío caliente alrededor de su rostro, justo de la forma en que me gusta. Como recién salida de la cama, siempre me hace querer follar. Entonces otra vez, la mayoría de las cosas lo hacen.
—Déjame venirme, cariño —dijo—. Hay muchísimo más después, si es lo que te preocupa.
—¿Parezco preocupada? Sé exactamente qué esperar de un hombre como tú. ¿Quién soy? —Pasa su lengua sobre la hinchada cabeza de mi polla.
Empiezo meterla, así de cerca estoy, pero entonces hace esa cosa del giro con sus manos y boca al mismo tiempo, y siento agujas en mi polla.
El placer muerto por el dolor.
El terciopelo de su boca.
Agujas.
Estoy empezando a irritarme más que disfrutar. Y he jugado rudo algunas veces con la mujer correcta. O tres.
—Ama —ronronea—. ¿Es realmente mucho pedir? ¿Por lo que te hago sentir?
Lo considero. Ella es rubia, con grandes y preciosas tetas. El mundo entero sabe que tengo una debilidad por esa combinación. Es así como he terminado en la oficina del jefe, recostado contra su escritorio, los pantalones de cuero alrededor de mis tobillos y la prácticamente desnuda construcción entre mis piernas mientras el bajo de Pussy Liquor de Rob Zombie —
¿Y cuándo infiernos va a dejar ese asunto? Es una de mis mejores habilidades y ni siquiera he tenido la oportunidad de deslumbrarla— retumba en el escritorio bajo mi trasero, reverberando desde uno de los sub clubes de abajo.
Amo este lugar. Definitivamente una de nuestras mejores inversiones.
—Te estoy dando el mejor sexo oral que has tenido —dice—. Admítelo.
No hay problema. Les digo eso a todas las mujeres que me lo hacen. Las mujeres disfrutan hacer cosas en las que sobresalen, garantías de alabanza, repetir actuaciones, cada repetición de la actuación es más práctica para la mujer, lo cual garantiza que el siguiente hombre tenga un mejor sexo oral. Dado el tiempo que he estado en esto, y cuánta contención, estoy seguro que he mejorado con una sola mano la calidad de sexo oral de todo el mundo.
—Claro, nena, tienes el mejor sexo oral de todos.
—¿Quién soy yo? —ronronea.
Gimo.
—La perra que chupa mi polla.
Accedimos a no dar nombres. Ella me pidió que la llame perra escaleras abajo cuando tomábamos unas copas en el bar. Decía que la excitaba. Más tarde, con una sonrisa, lo cambió a princesa. Ahora quiere que le llame ama. Alto mantenimiento. Algunas mujeres lo merecen.
Sostiene mis bollas y aprieta, entonces empieza a succionarlas con exquisita precisión. Todos los músculos en mi abdomen se contraen y exhalo en una explosión. Estoy empezando a pensar que este podría ser el mejor orgasmo que he tenido. Si alguna vez consigo la maldita y sangrienta cosa.
—Realmente no lo entiendes ¿O sí? —dice. Su risa tintinea y el vello en mi nuca se siente raro de repente. Hay oscuridad en el sonido que podría preocuparme si ella no fuera jodidamente caliente.
Hablando de calor, bajo la mirada para ver el sudor corriendo hacia abajo por mi six pack, goteando hasta mis piernas. Estoy prácticamente parado en un charco de mi propio sudor. ¿Qué infiernos hizo Ry? ¿Elevar el calor del Chester a cien? Me estoy quemando. Encendido, como si tuviera fiebre, lo cual es imposible.
—No te preocupes. Estás aquí. Estoy aquí. Has esa cosa con tu lengua otra vez. La cosa de ondular.
—Te daré una pista —dice y de alguna forma está sonriendo mientras está succionando, y por un segundo, creo ver filas de diminutos dientes puntiagudos, como dientes de tiburón. No lo que un hombre quiere alucinar con la boca húmeda de una mujer caliente. Parpadeo y seco el sudor de mis ojos. El truco de la luz. Tiene dientes perfectos, blancos como estrella de cine, enmarcados a la perfección por marcas de lápiz labial carmesí, la mayoría del cual está todo sobre mi miembro y estómago. Oh, sí, tomaría una rubia con lápiz labial rojo cereza cada día de la semana que termine en “s” y “o”. La vida es dulce. Río.
Ella me corta con una mirada y entonces me empuja hacia atrás sobre el escritorio y estoy frío donde su boca quemaba, entonces está sobre mí, chocando contra mí y estoy empujando hacia arriba dentro de ella. Soy una granada, activada. Se siente como si mi cuerpo entero fuera a estallar, a romperse, desde la cabeza a la punta de los pies. Sangrientos infiernos, el sexo nunca se ha sentido como esto. Estoy en llamas, tan jodidamente caliente que juro que el escritorio está ardiendo.
Espera un segundo, lo está.
Llamas naranja lamen el aire alrededor de nosotros, como si mi sudor fuera alguna especie de gasolina derramada por el ébano lacado. Debimos haber derramado algo de tequila. Debía haber alguna vela en el escritorio. Estoy tumbado sobre mi espalda en fuego y ni siquiera puedo sentirlo. Ella se recuesta contra mí, uniéndose a mí en las llamas, Toma mi cabello en sus puños y nos besamos.
Es tan jodidamente irreal.
Medio espero que suenen trompetas celestiales. Siento como si mi piel se derritiera y nos mezcláramos el uno con el otro. Mierda extraña. Pero maldición, mi polla nunca se ha sentido mejor.
—¿Quién soy yo? ¿Es tan difícil darme esta pequeñez? Un poco de respeto. Es todo lo que busco, cariño. Puedo darte mucho más en recompensa.
Cristo, suena justo como yo, justo en la inflexión en la palabra “cariño”. Siempre les dejo llamarme como quieran. Siempre tengo el control. No hay mucho que me guste más que una bella mujer atada a mi cama mientras la hago venir hasta que se desmaye. Así que ¿Cuál es mi problema? Como ella dice, es una pequeñez. ¿Qué daño puede hacer una palabra? No es como si cambiar y dejarle el poder a una mujer fuera a ponerle fin a mi mundo, por lo que ser, joder.
Abro mi boca y succiono su lengua profundamente, entrando, saliendo. Siento mi polla dentro de ella, y además siento lo que ella está sintiendo: A mí, llenándola, dándole todo lo que quiere, excepto por esta pequeña cosa que es tan importante para ella por alguna razón. Quizás algún hombre la trató como mierda y ahora necesita ser llamada ama para volver a ser ella de alguna forma. Quizás soy parte de su cura. Quizás la hará venir tan violentamente como se que haré yo. Me gustan las mujeres. Quiero que se sientan bien. Es prácticamente mi misión en la vida.
—¿Quién soy yo?
Traté de formar la palabra dos veces y aún así fallé. Honestamente me gustaría darle lo que quiere, pero la sumisión simplemente no era lo mío.
Ella baja sobre mí y… aw, mierda, ¡aprieta! Tiene músculos que pueden ordeñar una manada de Holsteins hasta dejarlas secas. Corcoveo y casi me vengo, pero entonces es suave otra vez y tengo la sensación de que puede hacer esto toda la noche si quiere. Y es posible que esta chica loca lo quiera.
—Ama —me las arreglo para gruñir—. Ahora hazme venir o lárgate de aquí porque me voy a masturbar.
—Dime que me deseas más que a la vida misma —canta, toda suave y sensual.
—Seguro, nena —llego así de lejos. Si Ryordan alguna vez descubre que llamé a alguna nena ama, nunca escucharé el final de esto.
—¿Morirías por mí? —Pregunta, sin aliento.
Estoy empezando a ver que sin importar cuán caliente sea esta mujer, a pesar de sus numerosos talentos, tiene serios problemas como la mierda. Buscar a algún hombre fuerte y grande que juegue al héroe por ella. ¿Quién infiernos no lo hacía? Todas las mujeres escaleras abajo. Yo sobresalía en el papel. Y necesitaba venirme. Un intercambio lo suficientemente sencillo.
Tomo su trasero, me levanto y me empujo profundamente.
—Protegerte. Rescatarte. Guardar tu jodido honor si te queda alguno para cuando termine contigo, mujer. Ahora, aprieta.
—Pero ¿Morirías por mí?
No le dijo que podría matarla si no me venía pronto. Podría girar. Me ha mantenido en el borde por mucho tiempo. Me estoy poniendo más tenso de lo que es seguro con una mujer.
—Seguro, cariño. Lo que sea.
Ella no sabe que no puedo. Ni siquiera sabe mi nombre.
Ella retrocede y me sonríe hacia abajo con dilas de dientes de tiburón afilados como agujas.
El cabello rubio se oscurece a negro sangriento.
Labrios rojos caen a blanco. Entonces azul hielo.
Las llamas se mueven alrededor nuestro. Me toma un segundo procesarlo —también azules.
Aw, joder.
Miro hacia arriba, un poco lento para captarlo.
Estoy demasiado cerca para venir a pensar realmente rápido.
Sus tetas están demasiado lejos, en mi rostro como para pensar realmente rápido.
Unseelie. La perra es una Unseelie. No puedo creer que no lo haya cogido antes. No soy fácil de engañar. Bien, pecaminoso cabello rubio y curvas son suficientes para ahogar a un hombre felizmente.
Es una fae oscura. Bichos retorcidos, uno y todos, unos más que otros.
Y quería que la llame princesa…
Unseelie. Princesa.
Entorno mis ojos, mirándola hacia arriba.
Nah.
El rey oscuro no estuvo alrededor para hacerlos. Son un mito. No existen. Maldita buena cosa también. Los príncipes Unseelie son problema suficiente.
Oh, cariño —ronronea ella en mi mente—. Ciertamente lo somos. Atrapados en una biblioteca por una pequeña eternidad. Uno de ustedes nos dejó salir. Buena cosa, también. Los hombres tienen demasiado poder en este mundo. Nosotras arreglaremos eso.
—Joder, salte de mí.
Me llamaste ama. Dijiste que podrías morir por mí. Me perteneces.
Río.
—Sí, claro. Trata de mantener esa idea.
La empujo lejos pero mis manos van en la dirección equivocada, vuelan sobre mi cabeza y abruptamente vuelan hacia atrás, con ambas muñecas atadas a cada esquina del escritorio.
Cadenas de serpiente alrededor de mi garganta.
Mi cintura. Mis tobillos.
Jódeme.
Estoy encadenado.
Tiro hacia arriba, probando las cadenas, gruñendo. La magia no funciona en mí. Ni siquiera el glamur. Aún así ambos parecen hacerlo. ¿Qué infiernos está pasando?
Somos un recipiente singular. Su creación final. Ella sonríe y ahí están esos jodidos dientes de tiburón otra vez.
Estoy inmovilizado. Con los pantalones en mis tobillos, el miembro levantado directamente hacia arriba, y esta perra tiene dientes de tiburón. Estoy empezando a pensar que esta no ha resultado ser una de mis mejores noches.
—Dilo otra vez —dice, pero ahora es toda helada y arrogante princesa—. ¿Quién soy?
No hay forma de que lo diga otra vez.
Nunca.
Mi boca se abre y dice “Ama” ofendiendo cada maldita fibra de mi ser. Creo que mis pelotas incluso se encogen.
Ella me abofetea. Fuerte, en el rostro.
—Voy a matarte, tú loca perra jodida —digo, tiernamente. Mi especie no dice en voz alta cuando estamos a punto de aniquilar a alguien. Nos volvemos suaves y educados. Míranos así: Preocúpate. Ella no sabe que soy uno de los pocos que existen que realmente puede hacer bien esa promesa. No sabe quién o qué soy.
Ella me llamará am antes de morir.
—¿Quién soy? —dice.
Cierro mi boca fuertemente y peleo contra la compulsión fae y aún así mis cuerdas vocales rechinan.
—Ama.
Oh, sí, definitivamente la mataré. De diez formas diferentes y lentamente.
—Eres un buen chico, Lor.
¿Qué mierda? ¿Sabe mi nombre?
—Ahora realmente vamos a jugar —ronronea.

Frunzo el ceño cuando otro pensamiento se me ocurre. ¿Ella me prepara para un quid pro quo con los sucios detalles?

Inmediaciones del callejón oscuro - verificado.

Yo - revisado.

Hambre Unseelie - comprobado.

Obtengo una imagen mental de mi muerte justo como Alina. Está prácticamente brillando en las pupilas de Mac.

Quiero decirle que la venganza es un demonio que no quiere adorar. Al destruir a tu enemigo te conviertes en él.

Me despierto todos los días con una sola cosa imperativa: Vivir. Por cualquier medio necesario. La única manera en que la Muerte consiga poner sus bastardas manos viscosas en mí es sobre mi cuerpo muerto. ~Danny O'Malley~

. "He aprendido algunas cosas sobre el mundo, sobre mí, durante mi tiempo en Dublín En el inmenso pastizal de la vida, en realidad sólo hay cuatro tipos de criaturas: ovejas como a Dani le gusta llamarlos; pastores que tratan de guiar a las ovejas y mantenerlas en el buen camino; los perros ovejeros que las dirigen entre los campos, evitando que se extravíen, y luchan contra los depredadores que vienen al sacrificio y al festín, y los feroces lobos salvajes, con su propia ley.

Yo sé lo que soy. Un perro pastor. Si mi suministro de comida se acabó y me quede varada en una montaña con el rebaño, me moriría de hambre antes de comerme una de las ovejas. Naturaleza o crianza, no lo sé. En realidad no importa. Protejo el rebaño. Hasta mi último aliento.

Dos lobos de pie en esta sala, con un pasado complicado y un futuro incierto, sus labios a un suspiro de distancia y no estoy segura de si van a besarse o matarse entre sí. Probablemente ambas cosas".

TEASER BURNED !!! (Aoibheal se pronuncia Ah-veel)
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"Muéstrame. Ayuda a mis druidas ".

"Dios no interviene y ajusta pequeños detalles en un capricho."

"Tú no eres Dios. Tú eres el Rey Unseelie, Él una vez verdadero consorte de la reina. Construiste un ejército de monstruos y los llevaste a la guerra contra mi pueblo. Y destruir es precisamente lo que haces ".

Una vez, ella le ayudó refugiando sus monstruosidades. Creía que merecían la luz. Que podían ser perfeccionados, liberados "Por ti, mi amor."

"Yo no soy tu amor. Soy Aoibheal, Reina Fae. Devuélveme a mi corte. Me necesitan allí ".

"¿Regresarte para qué? No puedes hacer nada para reparar la ruptura entre tu mundo y el de ellos, las muchas grietas entre ambos. Abandónalos y abandona tu pequeña corte tonta,. "Eligeme, él no lo dice. No a ese insignificante mundo. No a esos diminutos seres, intrascendentes.

"¿Para vivir con un reyezuelo tonto?"

Ella piensa que es un tonto y mezquino. Él no va a reconocer la flecha disparada como una pregunta. Lo llama destructor. Ella no ve nada de su gloria, no recuerda los detalles de los mundos que una vez hicieron juntos, tan hermosos que a menudo se posaron en una estrella cercana durante un tiempo incontable para verles florecer.

"Tú dices que me quieres", dice ella. "Muéstrame. Restaura Dublín. Cura su mundo y el mío ".

"¿Por qué siempre te preocupas tanto por estos pequeños mundos?"

"¿Por qué no lo haces nunca?"

Él lo hizo una vez. Cuando ella se preocupaba por él. Él se había hecho pequeño a si mismo para ella y caminar en su forma, cuidando de cosas pequeñas. Pero ser pequeño era mucho más complicado de lo que es ser Dios. "Si hago esto para ti, ¿vas a compartir mi cama por tu propia voluntad?"
_____________BURNED
Karen Marie Moning.

Hago algo que nunca me permito hacer, y también, ato sus pies, pensando, Hombre, Ella no debe dejarme hacer esto, seguido por, Hombre, yo sé hacerlo mejor que esto.

Pongo su cuerpo desparramado desnudo, piernas extendidas, totalmente a mi merced, y no voy a tener una puta onza de misericordia. No va a salir de esta cama hasta que haya tenido el orgasmo más explosivo de su vida, seguido por unos pocos cientos más. La voy a conservar durante semanas.

La tendré hasta que este diciéndome que soy la follada más ardiente que ha tenido y lo que eso significa. Hasta que ella este Pri-ya-por-Lor. Hasta que ella vea que hay un poco más en juego aquí que el Sr. Que-Folla-con-Ritmo-Encantador, y que es divertido, por el jodido Dios, no era yo uno de los asesinos más despiadados que el mundo antiguo conocía. Puedo mantenerlo bajo control. He estado empapado en sexo durante la última semana y media. El límite letal está fuera de mi apetito.

Mayormente.
_________________
BURNED
Karen Marie Moning

Asesino.Es lo que hago. Es lo que soy. Es lo que siempre he sido. Nunca voy a cambiar. Permanece fuera de mi camino. O tu pase libre será rescindido.

BURNED Karen Marie Moning.

¿Qué ves Mac: belleza u horror? ambos permanecen latentes en todas las cosas, tu eliges en qué concentrarte. y esa sola elección definirá toda tu vida.

feverborn.-  

KASTEO, BARRONS, FADE, RYODAN, LOR, DAKU.

Ella estuvo a punto de sonreír por el ultimo nombre. Él fue un gladiador por puro amor al juego y, en otro siglo y otra tierra, un samurai épico. Ella anticipó su segunda mayor batalla.

"Autocrático" tiene una imagen de Barrons en el diccionario. Desafortunadamente también lo hace "Adictivo".

"No tiene idea con lo que estoy tratando."
Ah, ¿con una bestia que lleva dentro? se burla.
"Su bestia es diferente." Sigo hablando en voz alta, negándome a aceptar la intimidad de una conversación sin palabras. Hemos debatido ese argumento.
Vamos a seguir con ello hasta el día en que el rey me libere. Ninguno de nosotros va a capitular. No estoy segura de que ninguno de nosotros pueda incluso deletrear la palabra.
Quizás no tanto.
"Sí, pero la mía es más poderosa", le digo irritada. Lo suficientemente poderosa incluso para engañarme a mí, -alguien íntimamente familiarizada con sus seductoras y malas formas-.
Sus ojos oscuros brillan con desafío. ¿Cuidado de comprobarlo, mujer?
La mirada que me da envía escalofríos por mi columna y lo siento deslizarse, por la suave y segura curva de gracia flexible, que se hace baja-y-sucia al estilo perrito.
No hay campo de batalla que prefiera al que he encontrado en la cama de este hombre. Luchamos. Es lo que hacemos. Me siento más, mucho más intensamente viva a su alrededor, de lo que nunca me he sentido con nadie.
Obsesionada, adicta y con-la-piel-en-carne-viva así estoy enamorada de Jericó
Barrons.
Por supuesto, que no se lo digo. Barrons no es un hombre de pláticas de almohada. El dormir con él, reconociendo nuestros sentimientos el uno por el otro, ha cambiado todo.
Y nada.
En la cama, somos una pareja.
Fuera de la cama, somos otros.
En la cama, robo momentos de ternura cuando el sexo finalmente me ha agotado hasta el punto en que estoy cansada hasta los huesos para preocuparme de nada sobre la enorme capacidad del mal que ha tomado derechos de residencia dentro de mí. Lo toco, pongo todas esas cosas que no digo en mis manos, trazo los tatuajes rojos y negros en su piel, los planos afilados y huecos de su rostro, entierro mis manos en su oscuro cabello. Él me mira en silencio cuando lo hago, ojos oscuros, insondables.
A veces me despierto para descubrir que ha me atraído hacia él y me está sosteniendo, de cuchara sobre mi espalda, con su cara en mi cabello, y esas manos que como las mías no hablan, se mueven sobre mi piel y me dicen que soy atesorada, honrada, lo entiendo.
Fuera de la cama somos islas.
Sra. Lane y Barrons.
La primera vez que se retiró a una distancia, me dolió. Me sentí rechazada.
Hasta que me di cuenta de que también lo había hecho. No fue sólo él. Nuestros límites parecen cosidos a la ropa; no podemos ponernos el uno sin el otro, o quitárnoslos por separado.
A veces me pregunto si nuestra pasión es tan obsesiva y enorme que necesitamos distancia entre las hogueras. Soy una polilla en su fuego y me da miedo cómo de buena gana quemaría mis alas por él. Destruyendo el mundo. Siguiéndolo al infierno. Da miedo sentir como no puedes respirar sin alguien. Que un hombre tenga tanto poder sobre ti, porque lo amas demasiado, más de lo que te preocupas por ti misma.
Así que vuelo lejos por un tiempo, -tal vez sólo para saber que puedo- y él se desvanece a hacer lo que Barrons hace por las razones que sean de porque lo hace.
Siempre vuelvo. Él también. Las acciones hablan.
Me muevo inquieta y cambio de tema. "Usted invita a mi enemigo aquí. Eso es mierda".
Un Día en la Vida: Usted busca manuscritos para un hechizo que puede no existir.
Usted pinta sus uñas. Recorta sus uñas. Ah, y no olvidemos el examinar sus uñas.
Frunzo el ceño. "Hago más que eso. Y deje mis uñas fuera de esto".
Usted no visita a sus padres. No va a la abadía. Apenas come y su ropa-
Lo interrumpí fingiendo examinar mis uñas de nuevo. Esta semana se alternan diamante negro, blanco hielo, diamante negro, blanco hielo. La combinación de colores me consuela, ya que ninguna otra cosa en mi vida está delineada de manera ordenada. Soy muy consciente del lamentable estado de mis ropas recientes y no tengo ningún deseo de escuchar lo que él piensa de ellas. Es difícil de cuidar cuando siempre estas cubierta de polvo amarillo. Se queda en silenciolargo tiempo, finalmente hecho un vistazo con recelo hasta encontrarlo mirándome con una expresión por la que las mujeres han sido observadas desde tiempos inmemoriales, como si yo fuera una especie que él simplemente no puede penetrar.
¿Crees que no puedo protegerte en caso de que persistas con tu pasividad idiota?
Pasividad idiota, mi culo. Como se demostró hoy, la actividad es mucho más idiota, y mortal. ¿Es por eso que organizó esta reunión? ¿Para obligarme a estar involucrada? "Por supuesto que no." Cambio el tema.
Es el momento. Él dice sus siguientes palabras en voz alta y hay una delicadeza en ellas que me deshace. "No estás viviendo, Chica Arcoíris".
Me derrito cuando él me llama así. Hay algo en la forma en que dice esas dos palabras que hace que parezca que las ha dicho miles de veces y todas ellas me hacen brillar. Dicen que él ve a la bonita-Mac-en-rosa que era cuando llegué por primera vez, la oscura patea-trasero-Mac en el que me he convertido (salvo que este cubierta con pulgas Unseelie) más cada encarnación entre ellas y él las quiere a todas.
Sé que ya no estoy viviendo. Nadie podría estar más terriblemente consciente de ese hecho. Me está volviendo loca. La pasividad no es mi naturaleza, me asfixio en ella, me ahoga; mis bolas sujetas firmemente como rehenes por un Libro.
Miro hacia él y le digo las palabras que no me atrevo a decir en voz alta.
Maté a la Mujer Gris, hoy.
Una esquina de su sexy boca se levanta. "Grandioso puto día. Ya era hora".
También maté a uno de los Guardianes.
"Ah, él se puso en el camino."
No tengo idea de lo que pasó. Me desmayé.
Un ser humano estaría en shock, horrorizado, demandando saber que pasó. La mirada de Barrons no cambia y no hace preguntas. Él concuerda con débitos y créditos. "Tomaste dos vidas y salvaste miles."
En pocas palabras todo lo que quiera, el fin no justifica los medios, lo digo en silencio, cabreada, él eleva la conversación que no quiero tener a un nivel verbal.
"Discutible".Perdí el control de mí misma. Me perdí más y me hizo matar. Dijo que soy el coche y él es el conductor. Las palabras no dichas cuelgan como cuchillos en el aire de todos modos, cortándome.
"Entrenamos duro."
Odio …
"Nunca diga eso."
"No lo hice", murmuro. No técnicamente.
"Eres lo que eres. Encontraras una manera de vivir con ello".
"Es más fácil decirlo que hacerlo."
"Alguien le dijo que la vida era fácil. Usted lo creyó", se burla.
"Simplemente no veo por qué todos tienen que venir aquí. ¿Por qué no celebran esta pequeña confabulación en el Chester?" Cambio de tema rápidamente.
Al igual que una bailarina verbal, sigue mi ejemplo y sé por qué: en lo que a él respecta la discusión ha terminado de todos modos. Él tiene la sangre de innumerables víctimas en sus manos, mientras yo estoy teniendo dificultades para hacer frente a una. Para él, el día de hoy no es diferente a cualquier otro: estoy poseída por un demonio malévolo y he pecado. Mañana lo intentaré de nuevo. Yo podría pecar de nuevo. O no. Pero el mañana siempre llega. Para mí y para el demonio. A pesar de mi metedura de pata, mis acciones en última instancia, salvaron incontables vidas. Barrons tiene mirada-vacía-a-la-distancia y la conciencia de un ser inmortal. Aún no estoy allí. No sé si vaya a estar allí. Hoy terminé una vida antes de tiempo. Un hombre de familia. Un buen hombre. Tengo que encontrar una manera de redimirlo.
"Tengo salas en mi librería que neutralizan el poder de los príncipes, mientras estén dentro de mis muros," me recuerda.
"Usted está invitando a mis violadores a mi casa", lanzo sin inflexión el doble recordatorio de que él no estaba allí para salvarme la noche que los príncipes
Unseelie me capturaron en la iglesia y que es mi librería, aun resonando en la habitación.
Abruptamente el aire esta tan cargado de un salvajismo que me siento aplastada en una esquina del Chesterfield. Barrons satura el espacio cuando está de buen humor -y no es que realmente llame a cualquier exhibido estado de ánimo de
Barrons “bueno ”- pero cuando está furioso, es difícil respirar. Él lanza energía, saturando el aire con intensidad y cuerpo, forzando a todo lo demás a retraerse en sí mismo.
"¿O has olvidado ese pequeño detalle?" Los quiero muertos. Creo que él debe querer verlos muertos. Acaricio amorosamente la lanza en la funda de mi muslo.
"Podríamos acabar con ellos juntos." Alejo mi mano apresuradamente y me ocupo de quitar una pelusa imaginaria de mi camiseta-negra-del-concierto de Disturbed la cual estoy vistiendo no porque haya estado disfrutando de su música, sino porque es como me siento. Las imágenes que el Sinsar Dubh me lanzó al segundo que toqué mi Lanza, fueron gráficamente detalladas, desde esta tarde.
"Usted no va a matarlos cuando vengan aquí. Tampoco lo hare yo." Las tres palabras son guturales, acompañadas por un ruido espeso en su pecho. Es el sonido de su bestia tratando de abrirse camino fuera de su piel. Apenas puedo entender su última palabra. "Todavía".
"¿Por qué?"
Su pecho se expande tan enormemente que amenaza con estallar los botones de su camisa. No dice nada por un momento, el rostro impasible, su cuerpo congelado en una inhalación. Finalmente sus costillas se relajan y exhala con cuidado. Admiro su autocontrol. Lo quiero para mí misma. Puedo ser más reservada con la mención de mi violación en grupo en el futuro. Aunque me gusta hostigar a este oso, no me gusta su dolor. Sólo su fuego.
Cuando habla de nuevo, sus palabras son pronunciadas con precisión. "Son suficientemente conocidos, capaces de controlar a las masas. He visto innumerables civilizaciones ascender y caer. He aislado siete componentes necesarios para lograr el futuro que busco. Destruir a los príncipes en este momento en particular y no sucederá. En este momento son ejes. No siempre lo serán".
¿El futuro que busca? Quiero saber los planes de Jericho Barrons, para tener conocimiento de sus objetivos. No pregunto. Los compartirá cuando esté listo y su respuesta ya era generosa para ser él.
Y es fascinante. Yo sé de piezas claves.
Cuando era niña, papá solía pasearme en su regazo cuando cortaba el césped. Me encantaban los calurosos días de Georgia, empapada con el olor de un fresco césped recién cortado, flores de magnolia flotando en el pesado aire pegajoso y húmedo, una jarra de vidrio remojando té dulce en el porche delantero, cerca de dos vasos llenos de hielo con una ramita de menta del jardín.Un día yo 'ayude' a papá a cambiar el neumático de la cortadora de césped y él me enseñó sobre ejes. Creo que me enamoré de todas las cosas con ruedas ese día, surgido de una hora en el dorado verano con el hombre que siempre puede hacerme sentir tanto una princesa y como una guerrera.
Un eje es un elemento de sujeción que mantiene las ruedas sin caerse. Se insertan transversalmente, directamente a través de los extremos del eje, en el que se mantienen firmemente hasta que se retiran manualmente. El extremo del eje usualmente tiene una tuerca de metal por lo que es fácil de sacar.
En un sentido más amplio, un eje es un componente clave que sostiene juntos elementos de una estructura complicada. Algunos teorizan que si pueden aislar piezas claves de un conjunto social, económico o político, pueden destruirlos de un solo golpe con un empujón o presión. Por el contrario, si se identifican los ejes y se protegen hasta que se haya alcanzado el resultado deseado, se puede influir en el resultado. No me sorprende que Barrons viva y respire El Arte de la Guerra.
"¿Puedo matarlos cuando no lo sean?" Quiero ser perfectamente clara sobre eso.
"En el instante en que no lo sean, yo lo haré."
Vamos a luchar sobre quién hace los honores más tarde. Voy a tener que asegurarme que no haya humanos cerca cuando suceda.
"Usted podría permitirle a Ryodan ser el anfitrión de esta cumbre. En el Chester".
"¿Y tener a su ejército de espectros asistiendo?"
"Usted podría alejarlos del club."
Gruñe. "Ahora soy su escolta personal. No tiene idea de lo complicada que es tal magia".
En realidad, tengo una idea bastante buena. No ha muerto hace tiempo y su pecho está cubierto, ambos brazos están completamente llenos y la mitad de su espalda esta tatuada con hechizos de protección negros y carmesí. La magia con la que juguetea es peligrosa. Hablando de magia, "Barrons, ya han pasado tres semanas desde que Dani desapareció. ¿No hay algún tipo de hechizo que pueda hacer?"
"Hechiza esto. Hechiza aquello. ¿Cómo iba por la vida antes de conocerme?"
Me encojo de hombros. "Es algo así como darse cuenta de que te casaste con
Hechizada. Salvo que no en el sentido de estar casada" agrego apresuradamente.
"Pero, sabe lo que quiero decir. ¿Por qué romperse la espalda aspirando cuando con un twist de nariz puedes limpiar toda la casa?"
"Mi nariz nunca ha hecho twist o alguna otra cosa. Y eso es un antecedente completamente absurdo. El único precio por usar magia era agravar la estupidez humana. Los humanos consistentemente sucintan el caos sin violar los principios alquímicos. "
"Oh, Dios mío, usted vio-"
"No lo hice."
"Sí, usted-"
"No."
"Sólo digo-"
"La ineludible cultura pop."
"Oh, entonces si la vio." Me imagino a este gran hombre barbárico, tendido en una maraña de sábanas de seda, desnudo, con un brazo detrás de su cabeza, viendo las travesuras cómicas de Darrin y Samantha Stephens en un televisor de pantalla plana. La idea me hace cosquillas, me excita de alguna manera. Es tan anacrónico, me dan ganas de buscar esos viejos DVDs, estirarme a su lado y perderme en un show sencillo de una época más simple, cuando el único precio por usar magia era agravar la estupidez humana. Reír juntos, hacer algo sin sentido y divertido.
Luego, por supuesto hacer algo más alucinante. Me encantarían un par de largos días lluviosos sin preocupaciones, en la cama con este hombre.
"La repetición de una afirmación errónea no altera la realidad. Y usted sabe que no podemos rastrearla en Faery. Es por eso que se fue".
Grandioso, ahora estoy escuchando la canción de Hechizada en mi cabeza.
Siempre es tan difícil de sacar. "Cuando ella regrese, quiero que alguien la tatué.
En el instante en que regrese."
"Maldito infierno, después de todo el sufrimiento que me ha causado. ¿Ha olvidado que nuestros tatuajes no han funcionado bien desde que los muros cayeron? Dele tiempo. La encontraremos. Por el momento, el asunto más apremiante en nuestra agenda es esta reunión".
La reunión. Me muevo inquieta y mi diversión desvanece así como así. "¿Está seguro que no podemos moverla a otro lugar?"
"Sucederá aquí. Va a asistir".

Pide poco de mí y da mucho a cambio. No me puedo imaginar el mundo sin él y no quiero. Una vez, casi me destruí porque creía que se había ido para siempre.
"Sí, sí, Maestro," murmuro con enfado.
Él sonríe débilmente. "Está aprendiendo, Srita. Lane, usted está aprendiendo."