Alleyne, el más joven de los varones del clan Bedwyn, fue dado por muerto en la batalla de Waterloo. Sin embargo, en realidad solo fue herido y derribado de su caballo, por lo que perdió el conocimiento y despertó, inexplicablemente, en la habitación de un burdel de Bruselas. Ignora su pasado y su identidad; lo único que sabe es que el ángel que le ha estado cuidando, Rachel York, es la mujer que desearía para él.

Rachel también guarda más de un secreto. Pertenece a la aristocracia, pero las circunstancias la han llevado a refugiarse en esta casa de dudosa reputación. Por su culpa, las prostitutas con las que convive perdieron todos sus ahorros, y ella está dispuesta a ayudarlas con una herencia en joyas que solo cobrará cuando se case y su tío apruebe la elección de marido. Alleyne quiere devolverle el favor y hacerse pasar por su esposo. Pero el agradecimiento no es la única razón que le mueve a ayudar a Rachel...