Una hermosa casa de huéspedes frente al mar y su entrañable propietaria influirán decisivamente en las azarosas vidas de sus inquilinos.

Nan Powell es una viuda jubilada que por fin puede disfrutar de su ansiada libertad, y que a causa de su poca liquidez económica decide convertir su casa en un Bed & Breakfast donde confluirán una serie de inolvidables personajes que están atravesando dolorosas encrucijadas vitales.

Sus confidencias, la interacción entre unos y otros, el maravilloso paisaje costero y la personalidad de Nan, les impulsarán a salir adelante y a crecer como seres humanos.

Tengo que empezar diciendo que este libro no me ha gustado, no es que sea malo, es sólo que no me ha transmitido nada... ninguna emoción. Cuando leo algo de chick-lit, que es un género que me gusta moderadamente, espero un libro con escenas divertidas y personajes carismáticos, incluso aunque esté escrito con un tono más dramático, me gusta que tenga cierto sentido del humor, esa chispa tan típica de este género. Pero este libro no tiene nada de ese sentido del humor, de hecho lo considero más sentimental que chick-lit, no es un libro que se pueda leer para desconectar de otras lecturas porque te haga reír y disfrutar de un rato divertido.

La verdad es que en conjunto me ha parecido bastante aburrido, me ha costado situarme al principio y realmente no me ha llegado a enganchar en ningún momento, podía haber dejado el libro en los primeros capítulos y no lo habría lamentado, no tenia mucha curiosidad por conocer el desarrollo de ninguna de las tramas. No es solo por el argumento y la sensación de que no ocurre nada relevante en todo el libro, el estilo narrativo tampoco me ha gustado; lo único favorable es que los capítulos son cortos y pasan de un personaje a otro hasta que empiezan a interactuar entre ellos, de hecho son capítulos fáciles de leer por su corta extensión y la cantidad de diálogos, pero sin algún aliciente que me llamara la atención y me animara a seguir se me ha hecho una lectura muy pesada.

Los personajes tampoco han ayudado mucho, evolucionan a lo largo de la historia, es cierto, pero la verdad es que no me importaban mucho sus destinos ni sus líos, sus historias me han dejado bastante indiferente con tantas infidelidades de por medio. No hay un protagonista concreto, en todo caso lo serian la isla de Nantucket y la casa de la playa, que es lo que une a los personajes, pero no hay ningún personaje que destaque por encima de los otros, es más bien un reparto coral y las relaciones que los unen no me han motivado.

Además, creo que hay demasiadas historias paralelas, parejas que se disuelven y encuentran parejas nuevas, y esas historias también se narran, lo que hace que aparezcan diluidas y parezcan superficiales, y hay tantos protagonistas que aunque evolucionen, no se profundiza mucho en ellos, no he sentido afinidad con ninguno. No son personajes ni romances que me hayan llenado, para empezar, Nan, la dueña de la casa me ha parecido bastante engreída y arrogante nada más aparecer. Daniel es, quizás, el único personaje que me ha llamado la atención, creo que también es el que más evoluciona y el único que me ha transmitido algo.

En general me ha dejado bastante indiferente y fría, tanto a nivel de historia como de personajes, las historias de amor, si es que se pueden llamar así, no me han inspirado ningún sentimiento ni emoción, y me ha costado bastante acabarlo, incluso me ha costado empezarlo. Tenia muchas ganas de terminar, no por la curiosidad del desenlace, sino para pasar a otra cosa. No creo que repita con esta autora, al menos de momento, porque su manera de escribir tampoco me ha gustado.

No me ha quedado una buena sensación, así que a la hora de recomendarlo solo lo haría con seguidoras incondicionales de esta autora.