Lady Margaret Norfolk es la Duquesa de Norfolk. A la muerte de su padre tuvo que proteger y dirigir el ducado. Con las buenas gestiones de la joven el ducado prospera aunque están en medio de una guerra. Patrick Marlowe es un aristócrata derrochador y mujeriego, al encontrarse en una penosa situación económica decide que la mejor opción es prometerse con la duquesa de Norfolk para hacerse con su inmensa riqueza. Tras los continuos rechazos de Margaret Marlowe decide dirigir su petición al rey.
Margaret debe acudir junto al rey para que deniegue la loca propuesta del conde. No ha luchado tanto para que su propiedad prosperara para que termine en manos de un jugador libertino y mucho menos su persona. La Duquesa comparece ante el rey y logra convencer y impresionar al rey. Pero Margaret ha comido un craso error, sin quererlo ha dejado en las manos del rey la potestad de al prometido idóneo para ella.
El rey rápidamente elige al pretendiente para Margaret: el elegido no es otro que el temido Adrian al que llaman “el dragón”. Adrian es un guerrero feroz y las malas lenguas (y non tan malas) dicen que es un hombre sin corazón y que es capaz de matar a sangre fría. El rey siente una gran preferencia por Adrian y decide premiar su lealtad y su éxito como guerrero.
En un principio ninguno de los dos esperan amor del otro. Margaret quiere defender su independencia y la propiedad que tanto ama. Adrian no quiere tener nada con la duquesa por que cree estar a su altura. El choque de dos personalidades fuertes y tenaces nos ofrecerán multitud de momentos tiernos, tensos y sobre todo graciosos. Ambos entregaran sus corazones tan fuertemente protegidos pero la sombra de oscuros enemigos se interpondrán entre los enamorados.