Nicole era una apasionada belleza francesa, secuestrada por error y llevada a través de mares turbulentos... para ser la esposa de un desconocido.

En la Virginia del siglo XVIII, las tierras fértiles se extendían junto a los ríos que limitaban las grandes plantaciones. Allí, Clayton esperaba a su dama inglesa... pero cuando besó ardientemente a su prometida, ¡descubrió que la mujer que estaba en sus brazos era la desconocida Nicole Courtalain!

Remington Knight con su participación en un juego de azar, ha ganado el derecho a casarse con Madeline de Lacy. Decidida a impedir que Remington logre su objetivo, Madeline decide que su prima Eleanor se presente en su lugar y ganar tiempo para evitar el matrimonio, pero nada sale como tenían pensado. Remington Knight es un americano que aterriza en la sociedad londinense con la intención de hacerse un hueco entre la aristocracia del lugar, dinero le sobra, lo único que necesita es “pulirse” . Para ello lo mejor es acercarse a la “flor y nata” de esa sociedad, y eso lo va a conseguir casándose con la Duquesa de Magnus, a la cual ha ganado en una partida de cartas

Brodick McJames es conde, pero sólo de nombre. Para asegurar el futuro de su clan necesita una esposa inglesa. Mary Stanford, hija del conde de Warwickshire, será perfecta. No la ha visto en su vida, pero, ¿qué importancia tiene? Al final calentará su cama, y una vez lleve a su hijos en el vientre no hará falta que vuelva a verla.

Anne Copper tiene gran semejanza física con su aristocrática hermanastra, pero es ilegítima, y eso es algo que no puede olvidar. Lo máximo a lo que puede aspirar es a quedarse como sirvienta en casa de su propio padre. Pero cuando lady Mary se ve comprometida con un escocés, parce que Anne sí sirve para otra cosa…

La mujer que llega a Alcaon no es lo que Brodick se esperaba, y la pasión que surge entre ellos promete mucho más que un simple matrimonio de conveniencia. Puede que sea necesario mucho más que la conspiración de una aristócrata para separar lo que el destino ha unido…